Otra semana más sin sumar de tres en tres.  Se agota el tiempo y las mejoras del equipo ahora dirigido por Vidal parecen no ser suficientes para conseguir una victoria que se necesita imperiosamente: una vez más un fallo en defensa colectivo nos deja sin premio. Mención especial al arbitraje canalla de Melero López y sus asistentes: que hartos estamos ya de tanto impresentable.

Melereitor machacó nuestras opciones. Si no es a la Feria no vuelvas, Mario, guapetón. (Imagen: Marca.com)

Es difícil hacer cualquier tipo de análisis cuando estás tan necesitado que lo único que importa es sumar tres puntos como sea, da igual. Y casi imposible cuando por enésima vez y por una causa x no lo consigues (después despejaremos la x del día de ayer).

Los sistemas de David.

4-4-2, equipo bien posicionado y buen trabajo táctico y en la presión, sobre todo en la primera mitad. Con Keylor bajo palos, Baró y De la Cuesta (en la imagen de Gente para Quesomecanico.com) ejercieron de centrales, con Kike y Toni en derecha e izquierda. Camacho hizo de escudero de Verza en el doble pivote. Balboa tuvo otra oportunidad en banda derecha y Antonio López repetía en la izquierda. Arriba, Tato y Calle.

Mini-resumen

Un buen cuarto de hora del Alba, el mejor de la temporada si me apuráis, tuvo su premio en el gol de Calle, que remató al palo corto un servicio de esquina muy cerrado de Antonio López. Plácida primera mitad, aunque sin mucha presencia en los dominios de Jacobo, y sin más sobresaltos que un disparo lejano de Álvaro Antón que ataja bien Keylor y las facilidades defensivas de un desubicado Toni que hacían que Baró hiciera méritos barriendo peligros al cruce. Melero ya andaba a lo suyo, pero hasta el momento nada fuera de lo tristemente habitual.

Pasito atrás del Alba y adelante del Valladolid tras la reanudación. Nada espectacular, pero suficiente para que una temblorina colectiva de piernas defensiva con botes, rebotes y globos, terminase en el empate de Álvaro Antón. Otra vez demasiado premio para el rival y losa imposible de levantar, pese a jugar veinte minutos con superioridad numérica. (Imagen de Gente para Quesomecanico.com)

Soy pesimista. En verdad, creo que soy realista y el estudio de la realidad me hace ser pesimista, por lo que me hundo todavía más en el pesimismo. La realidad es que necesitamos sumar de tres en tres y llevamos muchas semanas sin hacerlo. Ya es la tercera con Vidal, en la imagen de Gente para Quesomecanico.com. Demasiadas. Cuando no es un error defensivo a balón parado, es un rebote, o un disparo al palo, o un penalti malogrado o...... Una dinámica muy peligrosa que nos va a costar horrores voltear, que hace pesadas las piernas y frágiles las mentes de los jugadores y, lo que definitivamente es peor, que anima a individuos como Melero López a desplegar un vergonzante arbitraje. Vamos con él.

El del pito y sus amigos: Melero López.

Partiendo de la base de que este incompetente no viniese de tomarse unos vinos, es imposible comprender el espectáculo que desplegó ayer en el Carlos Belmonte. Hace quince días vimos como Hernández Hernández recibió, casi a la media hora de juego, una atronadora ovación del estadio al señalar la primera falta favorable al Alba de una serie de doce o catorce, en un claro atentado a las leyes de la estadística. Pero aunque muy torpe, vio un derribo a Tato dentro del área, porque se puede ser malo y no ser mezquino.  A Melero, que es igual de malo o más que el otro, hay que catalogarlo de sinvergüenza porque vio lo evidente pero no le salió de ahí mismo señalarlo. Y porque le importa un pijo cumplir con la función por la que se llena el bolsillo.

Melero es una ruina de árbitro, de los de mala calaña. Me atrevo a afirmar que al único que dejó contento ayer de todos los presentes fue a mi amigo Lizondo Cortés, que actuaba como delegado arbitral, y al que no entiendo muy bien como no se le ha prohibido la entrada en nuestro campo de por vida. Este personaje, no lo dudéis ni por un momento, informará favorablemente del show de Melero. Otro incapaz que aun se sigue lucrando con ésto.

Sigamos: Melero, una calamidad en todos los aspectos arbitrales (incluido en el físico, del cual presume), es cobarde cuando tiene que dirigir, farfollas cuando no y ridículo cuando aplica su criterio. Estuvo rápido expulsando a Juanito porque su minicolleja a Tato fue tan en sus morros que casi se la da a él. Y eso fue nuestra perdición, porque de ahí al final su medida actuación fue rastrera (penalti a Tato), dirigida (un par de amarillas a Calle de vergüenza) y parcial (no se jugó más de dos minutos sin interrupción).

No sé qué va a pasar al final, pero ¿os imagináis lo triste que sería si el Alba muere dentro de unos meses?.  Me joderá mucho y culparé a dirigentes ineptos. O a éste o aquél jugador o entrenador. O a una incapaz dirección deportiva. O a un cúmulo de todos. Pero me jode mucho más que por norma haya que sumar a la cuenta más lastre a costa de unos supuestos profesionales del silbato y del banderín que vienen a corretear por la hierba y a llevarse la pasta una y otra vez.. Solo sumar. Y si se tercia, a reírse impunemente en tus morros. Reitero: una y otra vez.

Estoy frustrado de los atropellos que hemos sufrido, de que del manido “unas veces te dan y otras te quitan” solo nos toque el “quitan” y de que nunca pase nada. Hay resortes y mecanismos, hay palancas que accionar para que esto termine de una vez, que nadie nos hemos caído de un guindo. Es tan sencillo como asumir que el Alba tendrá el destino que tenga en junio, pero plantear a quien proceda un alto y claro mensaje: se ha terminado el reírse de esta institución para siempre. Prensa, directivos, afición.... cada uno hagamos lo que esté en nuestra mano (porque nos va a hacer mucha falta!!) para acabar con la impunidad de Meleros y similares. Yo acabo de hacerlo desde esta humilde tribuna.