Área Pequeña
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- Escrito por lennoniac
Que dicen que cuando entra uno a un puesto de responsabilidad hay que dejarlo tranquilo cien días; por mi parte, los tienen, a pesar de rumores, contra viento y marea, con los dimes y diretes en circulación desde el mismo momento que Ubaldo ganó a Candel (y a Pepito Grillo). Hemos sufrido cinco años de gobierno contrerino, de oír una sarta de estupideces tras otra, ahora no me voy a estremecer durante tres meses; o, como estamos contando el tiempo desde los parámetros del balompié, no alzaré mi voz contra el ubaldismo hasta que concluya la presente temporada.
Del “mandato de las luces” quedan [.....]
[.....] más trampas que en una película de chinos. El Consejo de Contreras ocultó la realidad del préstamo y del embargo; las cantidades de la televisión se encuentran retenidas por Hacienda, con ultimátum incluido, a la vez que se estanca el dichoso préstamo de CCM y no tiene visos de solución hasta pasadas las elecciones. Ubaldo responde con un órdago: adelantar la campaña de abonos, que pudiera convertirse a las primeras de cambio en un plebiscito de amor a los colores, si bien podría dar al traste con la prometida ampliación de capital controlada. A las malas, el descalabro financiero no podría resolverse más que con una nueva Junta Extraordinaria, y no precisamente en los términos que propugnaba la candidatura de Bandera Blanca, hoy Consejo de Ubaldo, con Galiacho en la sombra.
Que la marcha de Contreras sea enhorabuena; a los nuevos hay que exigirles trabajo, y desearles mucha suerte. Su objetivo no puede ser otro que volver a ilusionar a una ciudad, que sienta de nuevo cuál es su equipo y su himno; seis, siete, ocho mil abonados, sin culpas ni reproches; como se pueda, con más o con menos, pero con orgullo y dignidad, aunque resulte una lástima haber perdido tanto tiempo y que Cámara y Kike queden en la reserva forzosa. Hay que levantar la cabeza y luchar, nos conformamos con poco.