Por fin llegó la primera victoria de nuestro Albacete. Tuvimos que esperar nueve jornadas para ello y lo hicimos además realizando un buen partido y superando al rival. Sólo una victoria y, como ya pasara la semana anterior con el empate con el Celta, son muchos los que están sacando pecho y veo que hasta organizando “vinos de honor” para estar todos más juntos. Está clara la política de control de masas que está realizando este Consejo de Administración. Se trata de tenerlo todo controlado, que no se les escape nada y que se pueda tapar los numerosos errores que están cometiendo desde que llegaron al cargo.

De todas formas, por mucho que se eche agua en la piscina la mierda sigue estando en el fondo y por ganar un partido las cosas que se han hecho mal no se han vuelto buenas. Como es muy fácil criticar cuando se pierde, es de recibo si se critica con coherencia, seguir haciéndolo cuando se gana, por que por mucho que el Albacete jugará un buen partido y ganara al Nástic todavía está por explicar porqué se ficha a Jonathan, un portero que estuvo parado la temporada pasada y que no fue despedido con honores del Córdoba, un Segunda B, en su último destino conocido. Tampoco se sabe porqué se ficha a Alex Pérez. Bueno, en este caso ni se sabe porqué se ficha ni a qué se dedica porque hace varios días que desapareció de Albacete y nunca más se supo. El caso es que la plantilla, por mucho que ya tengamos cinco puntos, sigue teniendo excesivas carencias. A poco que hay tres lesionados Quique Hernández debe de echar mano del filial, al que lleva como puta por rastrojo con la ida y venida de jugadores, algo, que sin duda, no creo que será beneficioso para la maduración deportiva de estos futuros profesionales. Estar con [.....]

[.....]  el primer equipo es el premio de todo jugador del filial, también el objetivo, pero estar subiendo y bajando, este semana si y esta no, no parece que sea muy pedagógico que digamos.

Al director deportivo, cuya rueda de prensa de presentación fue apoteósica (“me sobra tiempo para hacer la plantilla”, “el entrenador no será amigo mío”, “tengo la libreta llena de jugadores que pueden venir”… y no se cuantas perlas más) se le están sacando los colores. Resulta curiosa una frase que leí de José Luis Molina, después de ser mentado por Máximo Hernández: “Para ser un buen mentiroso hay que tener buena memoria”. Sencillamente lapidaria. También hubo cera para el director deportivo en Radio Albacete y en Radio Chinchilla. Cuando el río suena… agua lleva.
Tampoco quedó muy bien, a mi parecer, la desafortunada frase de Ubaldo González señalando lo bien que le había sentado ver a Ricardo Resta sufrir en el palco del Nástic al final del partido. Aunque sea verdad no creo que sea de recibo que el presidente de un club como el Albacete se alegre del mal ajeno, por mucho que el susodicho Resta haya denunciado al club en reclamación de lo que considera que es suyo, y que de momento un juez así lo ha reconocido. Porque vamos a ver, ¿qué se haya llegado a un acuerdo con Antonio y se le haya ‘cesado’ no es reconocer la versión del ya ex director deportivo?

Queda todavía mucho de lo que hablar, a no ser que desde el Albacete Balompié intenten torpedear este escaparate que es albacete-balompie.com, pero teniendo en cuenta la política del club, más propia del antiguo régimen, no sería de extrañar que tomaran represalias, y si no habrá que preguntar a Radio Albacete porque no aparecen en ninguno de sus programas el director deportivo o el presidente, a pesar de las continuas peticiones realizadas.

Por todo esto habrá que recordar a mucha gente que los que ahora piden unidad y remar todos en el mismo barco eran los que hace poco menos de un año torpedeaban cualquier iniciativa del anterior consejo y criticaban con saña a todo lo que se movía. Esos mismos que pedían sangre son ahora los que piden árnica. Yo les daría un consejo a los dirigentes del Albacete Balompié y es que intenten trabajar por el bien del club y por sacar la situación adelante y no centralicen todo su esfuerzo en tratar de controlar a los medios de comunicación, a los aficionados y en definitiva al entorno del Albacete. Que se dejen de comunicados de adhesión y que hablen de la ampliación de capital, de cuando se va a abrir el segundo plazo, o es que lo único que interesaba era dispersar más todavía el capital con esa medida de regalar una acción a cada socio. Que se dejen de comunicados de ‘el entorno unido’ y digan que soluciones están buscando para el tema económico, porque eso de vender jugadores es lo único que de momento han hecho por sanear la economía de club. Y que no digan que no han tenido tiempo que ya llevan seis meses en el cargo. Y que no digan que la culpa la tiene Contreras, que todos sabemos lo mal que el club está económicamente, pero para bien o para mal Ángel Contreras ya es historia (y vaya historia) y habrá un momento en el que habrá que dejar de echar la culpa de lo que pasa ahora a los que estaban antes.

No quiero cerrar esta reflexión sin mostrar mi satisfacción por saber que este equipo es capaz de ganar un partido y comprobar que los jugadores, a pesar del mal rollo que llevan por dentro, que me costa, es notorio, y los dirigentes lo saben, apuestan por ser profesionales, hacer bien su trabajo y ofrecer a la afición lo que se merece. Habrá que apoyar este domingo, acudir al Carlos Belmonte y esperar que un nuevo triunfo sobre el Málaga no saque de los puestos de descenso, o al menos nos aleje del farolillo rojo y nos de más moral y más confianza para seguir afrontando esta temporada pensando en que el Albacete Balompié seguirá una temporada más dentro de la Liga de Fútbol Profesional.