Cubriendo el expediente

Victoria del Alba sobre el UCAM Murcia por dos tantos a cero, la segunda consecutiva que encadenan los de Gómez esta campaña.  Rocha y Candela anotaron los tantos locales en un partido espeso  y aburrido, sin más alicientes que ver a jugadores como Carlos o Piojo sobre el césped. 

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Debut. Piojo disputó sus primeros minutos con el Alba en el Belmonte.

Minuto de silencio 

Sentido minuto de silencio en memoria de Raúl Valencia, ex central del Alba recientemente fallecido. DEP. 

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El once comentado.

 El equipo venía de ganar en Sevilla al filial del Betis y Antonio Gómez optó por repetir once. Álvaro Campos nos dio un susto en un despeje con el pié. Alba trabajó casi más en ataque que en defensa. Noguerol apenas tuvo que aplicarse, ni Castillo (lástima de remate a la cruceta) tampoco. Zurdo sin problemas, quizá se incorporó menos que de costumbre. Rocha y Candela, un golito para cada uno.  A Tete le dieron patadas de todos los colores. Carlos, pese a no cuajar un partido destacado, se está asentando. Curto estuvo falto de acierto pero se vació.  Y otro tanto vale para Martins que se retiró reventao. 

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Martins fue un incordio para la zaga del UCAM

 

Tostón

El inicio del partido no nos deparó nada nuevo: bypass de los centrales blancos a Rocha y a Candela. El resultado eran sencillos balones frontales para la defensa del UCAM,  Martins y Curto tratando infructuosamente de ganar o tocar alguno para hilvanar una jugada. Los murcianos tampoco proponían más que el patadón y tentetieso. Si lo unimos a alguno que otro que también partía de nuestra defensa, se explica que el balón estuviese más tiempo en el aire que sobre el césped. La primera media hora del último encuentro en casa frente al Villanovense fue pura diversión comparada con el espectáculo de hoy. 

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Tete estuvo también muy activo

 

Factores extradeprtivos deciden 

 A estas alturas, el del pito (ya le daremos luego lo suyo) ya había advertido a Ricardo por perder tiempo. Las pocas prisas del cancerbero se contagiaron a algún compañero en forma de lipotimia o dolores musculares inexplicables. El graderío empezó a desperezarse del sopor a base de pitos y protestas, que arreciaban por momentos cuando Tete recibía un par de tarascadas, e hizo despabilarse tímidamente al equipo. Curto no llega a un centro de Candela por milímetros y Castillo remata a la cruceta a la salida de un corner.

 

Pero la clave del encuentro fue la agresión de Alex Cruz a Alba no sé muy bien a cuento de qué: me imagino que trataría de recriminarle que no enviase la pelota fuera para que atendiesen a un jugador visitante, quien dicho sea de paso resucitó milagrosamente cuando se lió la marimorena con ánimo de participar. El cabezazo de Alex Cruz fue feo, feo y aunque una agresión nunca es justificable ni entendible, menos aún cuando no media ni provocación, ni situación que la pueda desencadenar  ni nada.

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Sea como fuere,  la jugada fue clave por dos motivos: porque dejó al UCAM con diez y porque acabó de espolear un Alba que, apenas unos minutos después, se adelantaba con un tanto de Rocha.

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Una segunda mitad de cuatro minutos

Afortunadamente, la estancia en vestuarios, más larga de lo habitual, ayudó a serenar los ánimos. El tanto de Candela a la salida de un saque de esquina, marcó de cabeza pero me dicen que casi sin querer, mató el partido si no estaba ya muerto.

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La segunda mitad, que también fue una brasa considerable,  tuvo al menos que reseñar varias excelentes intervenciones de Ricardo, en especial en un mano a mano con Martins tras gran asistencia de Curto.

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El del pito y sus amigos.

Hoy hemos tenido en el Belmonte a  Carlos Alberto Hernández Carbonell al silbato y a sus compinches Gonzalo Pérez Navarro y Johnatan Bernabeu Peña a las banderolas, todos ellos del excelso Comité Valenciano. Carlos Alberto es malo, no nos engañemos. Nos ha obsequiado un concierto de pito más que notable. No se sabe el reglamento y lo poco que se sabe no lo interpreta bien. Aunque lo realmente penoso es que pese a lo que ha soplado por el silbato ha ignorado la mayoría de las patadas. En la jugada clave, donde debió de enseñar alguna amarilla más, el cabezazo de Alex Cruz con el juego detenido se lo marca el asistente de preferencia. Lo del Comité valenciano  de árbitros es para hacérselo mirar: me pregunto si los trencillas son ya malos cuando ingresan o se estropean una vez adscritos. Desafortunadamente el resultado es el mismo.