Ferrando y Máximo: Dos hombres y un desatino

El delegado del Albacete Pedro Martínez Bravo saluda a Ferrando en presencia de Máximo HernándezAlli estaban, en el Carlos Belmonte, el "viejo" Nástic y el "nuevo" Albacete, relacionados ambos por varios nombres frescos aún en la memoria blanca, a saber: los Pinilla, Abel Buades, David Sánchez, Calle, Mingo, Jandro, Quique Latasa, Ricardo Resta o el mismo César Ferrando. Una confrontación necesaria y urgente para medir al Alba con su pasado reciente y sobre todo con su posibilidades futuras. ¿Qué permanece de Ferrando y qué falta del de Tavernes en este Albacete de baratas huellas y horizontes oscuros e inciertos?. Lo mejor para empezar a intuirlo era dejarse de rodeos y plantarse lo antes posible ante el mismísimo Ferrando a ver qué pasaba.

El Alba precisaba matar futbolisticamente a Ferrando para librarse de él y de cuanto significa. Lamentablemente no lo consiguió. Ambos conjuntos, especialmente el catalán, ofrecieron una primera parte mala; cansina y sin ningún disparo entre los tres palos. El equipo local movió el balón con más criterio y lo intentó más, pero con Calandria solo arriba, como una isla, queda claro porque este conjunto es el menos goleador de toda la primera y segunda división. Por destacar algo, tan solo un remate de cabeza de Iker Begoña que se marchó alto.

Tras el descanso [.....]

[.....] más de lo mismo, el Albacete disponía del balón y de las pocas ocasiones. Corría el minuto 48 de partido cuando José Javier Barkero estuvo a punto de marcar de gol olímpico en un saque de esquina que terminó con otro córner tras el que Roberto realizó una gran parada para evitar el gol. A los 56 minutos fue Iker Begoña quien lo intentó en un disparo lejano pero bien colocado al que el meta tarraconense respondió de manera extraordinaria. Diez minutos después David Bauzá volvía a poner a prueba al arquero del Nástic que atajaba un tiro a bocajarro del alicantino. Justo en la jugada anterior, el otrora ídolo manchego Antonio Sánchez de la Calle, puso en aprietos a Jonathan que solo pudo acertar a desviar el balón con su pierna izquierda. El meta del Albacete se resintió en esa jugada de su aductores con lo que nuevamente y hasta el final del encuentro vimos a Fran Noguerol realizar los saques de puerta. Minutos después Bauzá debía dejar su sitio en el campo a David Cañas al recibir un golpe en su pierna.

De ahí al final, el Nástic se desperezó; fue a más y el Alba a menos; sobre todo en lo físico. Sin embargo el partido acabó como comenzó con un cero a cero que no beneficia a ninguno de los dos ya que ya que el Alba se queda en los puestos de descenso que ha ocupado casi toda la temporada, mientras que el equipo de Ferrando se asoma peligrosamente al mismo.

En definitiva, ayer en el Belmonte se enfrentaban dos hombres y un desatino; «el síndrome Ferrando» y el «factor Máximo». Es decir, una enfermedad y un reactivo, elijan Vds. el orden que mejor crean. Algo quedó claro: Ferrando y Máximo ganaron un punto; el Alba perdió dos y a lo peor también el tren de su salvación. El duelo directo resultó un fiasco. Pero quizá fuera Ubaldo González, el presidente de esta entidad, quien más defraudó en realidad. Tenía que dar buena cuenta de un mal recuerdo y sólo contribuyó a resucitarlo con una rueda de prensa entre semana impropia de la clase de este club e inoportuna por el momento elegido.