Ciento veinte días después, cuatro meses más tarde, conseguía la afición del Carlos Belmonte volver ver ganar a su equipo y, por primera vez en todo el campeonato, le veía anotar dos tantos en casa y remontar un partido. Lucas Alcaraz, no podía ocultar su alegría y alivio cuando llegaba a la rueda de prensa post-partido: "antes de analizar el partido; creo que se ha ganado, independientemente del aspecto futbolístico, porque se está generando algo que nos puede ayudar mucho; a nivel de afición, de prensa, de equipo, de ciudad,... y nos tenemos que agarrar a eso porque la pelea por abajo no es fácil. Lo decía el viernes, es una cosa de carácter y creo que eso es lo que hace que hoy se remonte el partido. Evidentemente los protagonistas y los actores de todo esto son los jugadores de fútbol y son los que consiguen las victorias pero estas y las derrotas siempre se generan en un contexto y hay contextos dónde es más fácil que un partido remonte un partido y hoy se ha visto. Creo que el equipo es cierto que ha dado un primer paso pero la gente ya lo había dado antes del partido y el ambiente, por lo menos el que yo vivo desde abajo, es un ambiente que nos tiene que ayudar seguro. Queda muchísimo, lo que queda es tan complicado como lo que llevamos atrás pero en ese sentido estoy contentísimo, no por mí, sino por lo que es la entidad., por lo que es la ciudad, por lo que es la afición, creo que tenemos que sumar a partir de ahí. No va a ser fácil pero si todos creemos y todos ayudamos va a ser posible, aunque con mucha dificultad".

"En cuanto al encuentro", -continuaba Alcaraz-, "hemos jugado contra un gran equipo, que combina muy bien, que a la mínima que te descubres te encuentran, pero es cierto que en la primera parte hemos tenido tres o cuatro ocasiones muy claras y nos han metido un gol de cabeza casi desde fuera del área, que tiene su mérito evidentemente y yo no lo voy a discutir pero ya merecíamos algo más. Y luego en la segunda parte el equipo ha seguido creyendo en las cosas que estaba haciendo y a base de carácter y a base de hacer cosas muy concretas y con mucho empuje y con mucha fe en lo que está haciendo ha levantado un partido que no era fácil. Luego en los últimos minutos el contrario se te tira arriba con todo y ahí ya la tostado puede caer del lado del pan o de la mantequilla y hoy ha caído del pan afortunadamente".

Se le pedía al técnico albaceteño que hablara sobre sus sensaciones al descanso y con el marcador en contra y este comentaba: "yo en el descanso; no puedo decir que estaba convencido de que íbamos a levantar el partido porque sería oportunista por mi parte pero sí que estaba convencido de que íbamos a estar en el encuentro hasta el final; de hecho estaba superconvencido, no sabía si íbamos a empatar, ganar o perder pero sabía que no le íbamos a perder la cara al partido porque cuando tu entras a un vestuario y ves un poco lo que transpira el jugador en sus comentarios sabes si va o no va y, la gente estaba superconvencida de que aun yendo perdiendo por las circunstancias del fútbol, íbamos a ser capaces de competir el partido y si podíamos, porque no, de ganarlo como así ha sido. Estoy contento sobre todo por ellos, porque la labor de un entrenador también necesita un poco el refrendo de los resultados para que la gente siga creyendo en las cosas en las que vas proponiendo, y cuando las cosas se hacen con fe es más fácil que salgan".

Puede ser este en el punto de inflexión que buscaba el equipo y, así lo reconocía el entrenador blanco: "le hemos ganado a un equipo que le había ganado 1-4 al Cádiz, que jugar en Carranza no es ninguna cosa sencilla, y además poniéndonos por detrás; he visto las estadísticas de pasada y creo que hemos rematado quince veces y ocho de ellas entre los tres palos. Se han hecho cosas para ganar, pero en esta categoría la línea entre ganar, perder o empatar es muy estrecha. Nosotros el otro día en Miranda estábamos 1-1, tenemos una oportunidad justo antes del descanso; un poste de Erice faltando cinco minutos y faltando dos ellos fallan una debajo de la portería. Pudiste ganar, pudiste perder y empataste al final. Hay que darle valor a la victoria porque el rival es un gran rival y porque aquí los partidos se deciden por pequeños detalles".

Destacaba Alcaraz la importancia de esta victoria pero sin tirar las campanas al vuelo: "está claro que es más fácil crecer sobre victorias; pero la semana que viene nos examinamos otra vez, con las mismas dificultades y ante un equipo con un presupuesto muy superior al nuestro.; pero nosotros no vamos ni a temer a nadie ni a pensar que somos más que nadie porque estamos viendo cómo se desarrollan los partidos; en que clima de igualdad e intensidad pero sí que es una victoria importante y, yo creo, con toda la humildad del mundo y con todo el respeto hacia el rival que ha sido una victoria merecida por todas las cosas que se han hecho".

"el que ha jugado en la izquierda, refiriéndose a Alberto Benito, ha sido el mejor, parecía Ronaldinho. Le doy mucho valor, fundamentalmente por los jugadores porque cuando los ves trabajar... y, no es por buscar el alabo fácil; el tema de la afición, lo dos partidos en el Belmonte, ha sido muy muy importante. Hoy, desde el recibimiento hasta en el descanso que yo percibía de la gente como que era posible y luego en los últimos minutos igual. Jugador y afición son los que tienen que disfrutar de esto aparte de la gente del club y todo lo que rodea al equipo. Ahora mismo para mí lo más importante, evidentemente la victoria porque cuando van pasando las jornadas si no ganas los argumentos se debilitan mucho, pero el clima este hay que mantenerlo como sea. Hay que mantener esa llama viva como sea".

Preguntado por esa agónica revisión del VAR final, en unas supuestas manos de José Antonio Caro, y lo que había pensado, el entrenador del Albacete decía: "yo no estaba nada más que rezando y haciendo promesas; cuando la he visto en la TV,  porque me asomé, tenía la esperanza de que no lo pitara porque no lo veía claro pero, si te soy honesto,  en esto de las manos ya no sé las que son y las que no lo son. Porque ves un penalti y unos los pitan, otros no,.. tenía cierta esperanza pero me ocupaba el tiempo en rezar y poco más porque ahí ya no dependía de nosotros".

Por último, y sobre si le había sorprendido el planteamiento de Luis Miguel Carrión con cinco defensas, Alcaraz puntualizaba: "más que una defensa de cinco, ellos se ajustan con tres atrás a la salida del balón y con dos extremos muy profundos. Pero en realidad su objetivo es atraerte al juego exterior para buscarte el juego interior; que tu vayas a bascular a la orilla y generes espacios interiores y en esos espacios buscar bien con un balón largo al punto o bien gente por dentro que te gira y te genera mucho peligro. Era un partido para defender, pero para defender con inteligencia, aparte de la intensidad, del carácter, de la garra y de la energía. Había que correr bien y en ese sentido yo creo que los jugadores lo que le habíamos propuesto lo han interpretado bien porque no hemos picado en obsesionarnos mucho en tapar el juego exterior porque nos podían pillar por dentro y en eso son muy buenos" -concluyó.

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