El Albacete Balompié tiene otra cara. Más allá del resultado, los aficionados que acudieron al Carlos Belmonte se fueron con una sonrisa de oreja a oreja, alegres de ver a su equipo competir como lo hizo frente al Rayo Vallecano. Hubo errores, imprecisiones, pero también coraje, garra y ese punto más de actitud que no se veía hacía tiempo sobre el Carlos Belmonte. Son ya cuatro partidos sin perder los que lleva Alcaraz, pero lo más importante es el cambio de actitud que se ve en el equipo y que valió, esta vez, para sumar un punto.
Alcaraz debutó con el Alba en casa frente a la Ponferradina y en sólo cuatro jornadas el conjunto manchego ha sufrido una transformación evidente. Más allá de tener un sistema quizás más rudimentario, pero al mismo tiempo, con el que se arriesga menos, lo que es evidente es el paso adelante dado por los jugadores. El del Rayo era un partido duro y el Alba no se achicó. Fue con todo a por todo y sacó un punto que se puede ver escaso, pero que augura otros que deben de llegar más pronto que tarde si los jugadores ponen lo mismo que este sábado en cada partido.
Y todo ello fue posible a pensar del colegiado andaluz Figueroa Vázquez, capaz de soliviantar al más pausado con un arbitraje descompensado, desconcertante y que por momentos desquició a unos y otros. No sabemos que tiene este colegiado, pero en cuanto pisa el Carlos Belmonte puede pasar cualquier cosa. Este sábado fue protagonista de varias cosas, pero la más evidente fue que no supo cortar la dureza de la defensa el Rayo, con acciones desmedidas y continuos codazos en balones aéreos que quedaron sin castigo reglamentario.
Como era de esperar, Tomeu Nadal no pudo jugar. El cancerbero manacorí no había entrenado durante toda la semana y no parecía estar en disposición de ser titular, pero así aparecía en las alineaciones que se hace públicas una hora antes de cada partido. Finalmente, el club anunciaba que Tomeu no podía jugar y Brazao sería el titular. El brasileño iba a debutar en liga con el Albacete y completó un partido soberbio, con muchas intervenciones de mucho mérito, demostrando el diamante en bruto que está por pulir ya que apenas tiene 19 años y un prometedor futuro.
El partido comenzó con un motivado Zozulia y un Albacete apretando las clavijas donde sabía que le podía hacer daño al Rayo. De todas formas, la primera gran ocasión fue para el Rayo, con un remate de Milic a la salida de un córner al que respondió Brazao con una espectacular intervención. Empezaba el particular recital del guardameta brasileño. Al cuarto de hora se produjo la primera acción polémica. Zozulia recibía una falta de un defensa y se producía un choque que dejaba al jugador del Albacete y al del Rayo doliéndose sobre el cédped. Todos estaban pendientes de los heridos, incluido Figueroa Vázquez, pero Pedro fue listo y puso el balón en juego, metiendo un pase magistral para Manu Fuster, que llegó hasta la cocina y se lo dejó en bandeja a Ojeda para que no tuviera más que empujarla. El Alba marcaba ante las protestas de los madrileños. El caso es que finalmente Vázquez decidió, a instancias del VAR, anular el tanto por fuera de juego de Manu Fuster. Dicho fuera de juego sólo lo vio el VAR, pues no se aprecia para nada que el jugador del Albacete esté más adelantado que el defensor rayista.
Al Rayo le costaba salir de la presión que le había montado el Albacete, pero cuando lo hacía imprimía velocidad y generaba problemas. Así en el minuto 24 era Isi el que probaba fortuna y volvía a encontrarse con un inspirado Brazao. La replica en el Albacete la puso Azamoum, al rematar en el segundo palo completamente solo una buena acción de estrategia, pero su remate de cabeza en posición inmejorable se marchó muy desviado.
En la siguiente jugada, el propio Karim era protagonista al confiarse en un mal pase de Arroyo en el centro del campo y perder una pelota que acabó en el gol de Qasmi con el que el Rayo se adelantaba en el marcador. El golpe asestado dejó grogui al Alba, que minutos después pudo recibir el segundo en otro mal despeje que aprovechó De Frutos para plantarse ante Brazao, aunque se encontró con la inspiración del portero brasileño.
También fue inspiración lo que tuvo Pedro para meterse al segundo palo y anotar el gol de empate en un buen centro de Caballo que había tocado en Mario Suárez. Con ese 1-1 y la sensación de que el Albacete estaba plantando cara a todo un Rayo Vallecano el partido se marchó a los vestuarios.
En la segunda parte el partido ganó en intensidad, pero no en juego. Brazao tuvo su enésima intervención en un cabezazo de Qasmi a la salida de un córner y después era Manu Fuster el que lo intentaba en la portería contraria, con buena intervención esta vez de Dimitrievski.
El partido se calentaba, con la permisibilidad de Figueroa Vázquez y Alcaraz decidió quitar a Zozulia tras recibir una cartulina amarilla por una fea entrada. El Albacete dominaba, pero no encontraba el camino del gol, mientras que el Rayo buscaba contragolpes rápidos que eran bien frenados por la defensa y, si lograba pisar el área manchega, entonces aparecía Brazao para desbaratar cualquier situación de peligro.
En la recta final se vivieron minutos de acoso sobre la portería del Rayo Vallecano, con un Albacete que sabía perfectamente lo que tenía que hacer para frenar el juego del Rayo. Los minutos pasaban, el Rayo se conformaba y el Albacete apretaba, con una buena ocasión para Acuña. El partido no dio para más y el Carlos Belmonte dio por bueno este empate, que dejó muy buenas vibraciones por la intensidad con la que los jugadores actuaron sobre un césped por fin convertido en una alfombra.
A continuación la galería de fotos del encuentro: