Otro partido a vida o muerte en la historia del Albacete
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- Escrito por Silvestre/Infografía: Quesomecanico.com
El Albacete Balompié ha ido tirando piedras contra su tejado hasta que se le hundió y se encuentra ahora a punto de perder la vivienda que recuperó con sangre, sudor y lágrimas hace tres temporadas. Mantenerse en Segunda es la premisa para un club que en la última década ha estado varias veces al borde de la desaparición y parece que no lo han tenido claro desde la entidad, a la hora de confeccionar una plantilla a todas luces insuficiente para conseguir el objetivo. Si la temporada pasada todo fueron aciertos, quizás por el exceso de confianza que otorga un trabajo bien hecho, este año todo ha sido errores, que se agravaron incluso ahondando en la herida en un mercado invernal para olvidar.
De aquellos lodos llegan estos barros, que a falta de dos jornadas para el final el Albacete esté con un pie en Segunda B. No se trata de ser pesimistas, sino realistas. La llegada de Lucas Alcaraz ofreció algo de luz al sombrío túnel del que no supo salir Luis Miguel Ramis con una plantilla que nada tenía que ver con lo que le prometieron durante la renovación. Alcaraz, con experiencia para dar y tomar, ha sabido exprimir al máximo lo que tenía, que no era mucho, y ha conseguido reducir el número de derrotas, pero la falta de gol es un lastre enorme, porque a lo más que puedes aspirar es a empatar y sumando de uno en uno, así están las cosas, con parada cardiorrespiratoria y a expensas de un electroshock para que el corazón siga latiendo de cara a la última jornada.
A base de empates pudo el equipo sacar la cabeza y mantenerla fuera del agua para no ahogarse, pero los demás también juegan y todos se conjuraron para dar una estocada en todo lo alto al Alba en cuanto llegó un resbalón en forma de derrota en Elche. No se puede estar siempre en el alambre y el equipo, con un error garrafal de uno de sus jugadores con menos experiencia, Manu Fuster, cavó una tumba que nadie quiere ni ver, pero que ahí está, esperando el cadáver de un Albacete que cedió a Ortuño antes de empezar el año y traspasó a Rey Manaj en el mercado invernal. Cualquier enemigo declarado no lo habría hecho mejor en contra de los intereses blancos.
Ahora llegan las prisas, la presión, la necesidad, todas esas cosas que tan mal le sientan a los equipos, sobre todo cuando el tiempo se acaba. Mucha palabrería, muchas odas a una confianza que no existe y todas las redes sociales empujando como si fuera a salvarse el que más ánimos y apoyos recibe, cuando aquí lo que cuenta es meter más goles que el contrario cuando estas sobre el césped y todo lo demás se queda para la galería.
Lucas Alcaraz ha demostrado saber manejar el aspecto mental. Ha sabido recuperar a jugadores cuya temporada iba a pasar en el olvido, pero con todo y con eso necesita un último arreón cuando peor se han puesto las cosas. El Albacete está obligado a ganar si quiere seguir vivo en la última jornada, porque además de la desventaja, pierde el golaverage con prácticamente todos con los que se está jugando las habichuelas, lo que demuestra la importancia de todas las jornadas. Pase lo que pase, todo será consecuencia de lo realizado a través de 42 partidos, pero para que existan las posibilidades de tener un final feliz hay que ganar a un Zaragoza que viene tocado, pero no hundido.
El técnico del Albacete ha recuperado a casi todos sus efectivos. Parece que las únicas bajas serán Querol por lesión y Manu Fuster por sanción. La lista de convocados será esta mañana, si la hay, tras un suave entrenamiento de activación, que llaman ahora. Alcaraz no quiere mostrar sus cartas y no está claro que todos vayan a estar recuperados. Muchos jugadores dan síntomas de haber echado el resto y haberse quedado sin pilas, pero quedan dos jornadas en las que hay que dar el do de pecho y veremos los que verdaderamente está implicados, porque no es oro todo lo que reluce en el vestuario y alguno hace ya tiempo que se bajó del barco, algo que tampoco debe extrañar en esto del mundo del fútbol.
Si es cierto que todos están recuperados, lo normal es que Alcaraz forme con su mejor defensa, es decir, Alberto Benito, Gorosito, Kecojevic y Fran García. Es de suponer que Brazao estará bajo palos. En el centro del campo muchas serían las opciones viables, con Erice y Silvestre o Mesa y Silvestre, dependiendo de las intenciones del entrenador.
Arriba, lo normal sería poner a Álvaro Jiménez, uno de los que parecen enchufados, pero no hay que perder de vista que Pedro Sánchez, ya sea como lateral o como extremo, siempre tiene papeletas de jugar, vaya usted a saber por qué, ya que no será por su rendimiento durante todo el año, agravado tras la vuelta a la competición. Sus acciones destacadas siempre suelen ser menos que las veces que se le ve protestando a los árbitros, claro que cada uno vale para lo que vale. Por la izquierda el sitio está reservado para Dani Ojeda y ahora está por ver si Alcaraz decide ir con todo, Acuña y Zozulia, o mete a Chema Núñez, que ha ido de más a menos, en la media punta. Sea cual sea el equipo, las intenciones son claras: ganar, ganar o ganar, no queda otra para viajar a Cádiz con opciones.
El Zaragoza se las prometía muy felices en una temporada que estaba siendo de lujo. El regreso exitoso de Víctor Fernández la pasada campaña generó una ilusión que tenía a los maños en los puestos de ascenso directo preparado para reverdecer viejos laureles, pero las malas rachas llegan y ahora, justo al final, ha perdido la segunda plaza y está cuarto, tras una serie de malos resultados con un empate y cuatro derrotas, la última en casa y dolorosa ante un Real Oviedo que puso una pica en Flandes para su salvación con ese 2-4 en el marcador.
Ganar es necesario para los maños si quieren tener opciones en la última jornada de pelear por esa plaza de ascenso directo que queda libre, sino tendrán que conformarse con los play-off, donde todo se complica mucho, como pudo comprobar el Albacete la pasada campaña.
Son varias las bajas que tiene Víctor Fernández, que no puede contar con Javi Ros, Guitán, El Yamiq, Igbekeme y Raúl Guti. El guardameta Cristian Álvarez se ha recuperado y ha entrado en la lista, donde están, pero con dudosa participación, Dani Torres y Luis Suárez. Fernández recupera a Alberto Soro, que cumplió sanción la pasada jornada.
Con tantas bajas, el Zaragoza podría cambiar su dibujo e incluso optar por salir con tres centrales, con esa gran duda arriba entre el tocado Luis Suárez o el veterano Linares.
El partido, como toda la jornada, se disputará a las 21 horas, donde la afición manchega estará pendiente de lo que ocurra en el Huesca-Numancia, Tenerife-Lugo, Ponferradina-Almería y Mirandés-Deportivo. El árbitro de la contienda será el vasco Gorostegui Fernández-Ortega, del que todavía está muy fresca su presencia en el Racing-Albacete (1-2) de hace unas jornadas. Este mismo año también estuvo en el Oviedo-Albacete (3-1) y Ponferradina-Albacete (1-1). Veremos como se le da pitar en el Belmonte, donde estuvo por última vez en el Albacete-Mallorca de liga de la temporada pasada que ganó con solvencia el equipo de Ramis cuando estaba en su mejor momento de la temporada. Atento en el VAR estará el gallego Pérez Pallas.
Dónde Verlo y Escucharlo:
A continuación las comparativas estadísticas de ambos equipos como locales y visitantes durante esta camapaña, y sus últimos enfrentamientos históricos en el Carlos Belmonte: