Lucas Alcaraz: “Pensábamos que íbamos a tener algo más de crédito” pero “decide una persona con la que no hemos tenido ningún tipo de contacto”

Despedida de Lucas Alcaraz de los jugadores y medios albacetenses

El que hasta el pasado martes fue el entrenador del Albacete citó a los medios de comunicación en la Ciudad Deportiva e incluso invitó a un refresco, mostrando la cercanía del que entiende que los profesionales del fútbol deben convivir con los profesionales de la información y cuesta poco tener la empatía suficiente para formar una conexión que en estos tiempos se está perdiendo por la burbuja que se lleva tiempo formando y que nada tiene que ver con la actual situación provocada por la Covid. Será una cuestión de veteranía, porque Alcaraz se ha mostrado en el trato similar a Enrique Martín y nada ha tenido que ver la situación con la de otros entrenadores incapaces hasta de emitir un correcto “buenos días” cuando te lo cruzabas. “Quiero despedirme de forma directa con vosotros porque el trato con la prensa ha sido cercano y además sois el enlace con la afición, que en este momento no puede ni estar en el estadio”, empezó diciendo.

E igual de claro que ha sido desde que llegó, también lo fue en su despedida. No había rencor en sus palabras, de algo le vale la experiencia de tantos años, pero sí que quiso dejar claro la falta de tiempo para trabajar en una situación complicada y con una plantilla joven y con poca experiencia para la que había pedido un tiempo que no le han dado. 

“Los resultados son los que mandan. Hace dos meses y pico estábamos en Cádiz y hoy estamos aquí. Ha sido un mes de septiembre muy difícil por varias circunstancias. Cuando se cierra el mercado ya llevas cuatro partidos de competición; hemos afrontado un cambio de proyecto en el que han venido muchos jugadores, unos al principio de pretemporada, otros al final y alguno con la temporada en marcha. Hemos tenido lesiones heredadas, gente que no competía desde marzo y nos ha costado arrancar. El resultado que nos podía haber mantenido en el puesto, ya no solo el resultado, sino las sensaciones que el equipo iba creciendo, fue en Zaragoza y es de esos partidos que se pierden de forma injusta y es lo que ha precipitado la decisión”, manifestó Alcaraz, para recalcar que “pensábamos que íbamos a tener algo más de crédito, algo más de confianza, pero es algo que no decidimos nosotros y que decide una persona con la que nosotros no hemos tenido ningún tipo de contacto, por tanto, no sabemos sus pensamientos”.

Insistió mucho Alcaraz en la situación del equipo, las circunstancias de la temporada y el supuesto margen que debía tener, pero que al final no le han dado. Así, cuestionado sobre si tenía la sensación de que perder en Zaragoza podría desencadenar su destitución dijo que “sabes que cada vez la situación se va apretado más, pero no estás debutando con este equipo, ya se conoce tu trabajo y creo que en Zaragoza el equipo mostró cosas bastante reconocibles, pero en el fútbol del 0-0 al 1-0 o al 0-1 hay una jugada. Pensaba que mínimo hasta este sábado habría margen, un partido que seguro que el equipo va a sacar adelante, por muchas sensaciones objetivas, como el incremento del rendimiento que ha tenido en la última jornada”.

“Es una jornada bastante propicia para ganar, ponerte en una zona tranquila, borrar todo lo anterior y poder crecer en un proyecto totalmente nuevo en el que tenías un riesgo alto por el ajuste económico que se ha tenido que hacer, por el ajuste del rejuvenecimiento de la plantilla y por recibir muchos chavales que no han competido desde marzo, pero es algo que no hemos decidido nosotros ni sabemos la idea del que lo decide porque no conocemos a la persona”, manifestó.

Lo que está claro es que la decisión de su destitución viene de los propietarios, aunque “no me corresponde explicar ese tipo de situación. El análisis que hacemos es bastante objetivo. Los resultados son malos, pero no deja de ser un arranque en el que un resultado te pone en el punto cero para empezar la temporada tras un mes de septiembre bastante convulso”.

Y su destitución llegó cuando mejor lo hizo el equipo desde que empezó la temporada. “El partido estuvo para nosotros durante muchos minutos, fundamentalmente en los arranques de los dos tiempos, y cuando lo perdimos estaba para empatar. Son partidos que se resuelven en una jugada y cayó del lado de ellos, pero si miras el cómputo total de lo que hicimos sobre el césped merecimos un mejor resultado que haría acallado… o al menos resolvía las incertidumbres sobre las señas de identidad en las que iba a basarse nuestro equipo y que estábamos buscando”.

Por eso considera que su cese ha sido un palo complicado de digerir. “Es un palo, sin duda. Muchas veces ves que el partido que precede a una destitución el equipo se deja, no va, pero nadie vio ningún indicio de falta de capacidad, ambición o de estar enchufados en La Romareda y por lo tanto es un palo porque tenía bastante ilusión y esperanza en el desarrollo de esta temporada después de haber salvado la papeleta de la pasada, donde tuvimos un tramo muy complicado”.

Al ser cuestionado por la plantilla confeccionada y si faltaban argumentos futbolísticos, Alcaraz apuntó que “no nos han acompañado los tiempos, pero para mí hay equipo más que suficiente para los objetivos que se plantean o que tiene la entidad, pero hay veces que el manejo de los tiempos es más determinante que la confección de la plantilla. Es un equipo en crecimiento y que tiene mucho por desarrollar”

Sobre si quería mandar un mensaje a la afición, Alcaraz indicó que había realizado una despedida en las redes sociales “haciendo balance de las emociones, las sensaciones que tenemos” y afirmó que “no es por alagar el oído a nadie, pero cuando llegamos no fuimos recibidos con un halo de novedad, de expectación alta, porque cuando llegas tantos años es difícil generar la sensación de novedad que generan otros compañeros. Pero creo que poco a poco nos hemos ganado el crédito, el cariño y respeto de la afición y cuando sucede así es más gratificante. Me hubiera gustado despedirme con un Belmonte lleno. Es cierto que ha habido cierta química, que hemos sentido cada jornada. Hemos sentido muy cerca a la afición sin tenerla cerca”.

Para el técnico granadino, la permanencia lograda en Cádiz está ya grabada a fuego para siempre. “He tenido ascensos y logros, pero nada va fue tan especial, ni será tan especial, como ese momento en el Carranza. Veníamos de un confinamiento de dos meses, sabíamos que tres días había partido y no podíamos fallar. Había 11 partidos porque llegamos al 11, porque a lo mejor en el seis se hubiera acabado la aventura. Conseguir algo así es para mí lo más especial, por las circunstancias en las que se generó la situación. Sentir algo tanto, no creo que vuelve a pasar porque las circunstancias fueron super excepcionales”.

Ya en la recta final de su comparecencia en la entrada de la Ciudad Deportiva dijo que “si hago un balance, desde la más absoluta humildad, creo que hemos trabajado con una implicación, unas ganas, importantísimas. Habremos cometido errores, porque nadie está libre de cometer errores en su trabajo, pero me voy con muy buenas sensaciones, contento y feliz por lo que he vivido yo, mi familia, eso es un patrimonio que no nos va a quitar nadie”.

Para terminar y cuestionado directamente por la falta de paciencia de los propietarios dijo que “son cosas que no dependen de mí. Evidentemente los resultados no son buenos, pero yo he ascendido con el Real Murcia faltando cinco partidos para el final y estuvimos siete partidos sin ganar. De aquí al final de temporada no habrá ninguno, incluyendo al primero, que no vaya a estar cuatro o cinco jornadas sin ganar”.