El Albacete Balompié inicia su particular calvario con su visita a La Rosaleda. La trayectoria del equipo ha dejado claro que la salvación solo está en la cabeza de su entrenador, que cada semana vende ilusión para que luego los errores y las carencias de una plantilla mal confeccionada devuelvan a la realidad a una afición que ya lo tiene muy asumido. Pensar que este Albacete va a descender no quiere decir no sentir estos colores, ni querer menos el escudo que los que se han ido tragando jornada tras jornadas ese “estamos bien, a un partido de salir del descenso” cuando la realidad era bien distinta y ahí está la clasificación para demostrarlo. El Alba es carne de Segunda B, o de Primera RFEF tal y como se conocerá la categoría el año próximo, hace ya mucho tiempo y solo falta la certificación matemática. Creer que este equipo sea ahora capaz de ganar lo que no ha ganado en toda la temporada, y con esa plantilla, sería mucho más que un milagro.

De ahí que el Alba vaya a empezar su particular calvario. Un camino de nueve jornadas en el que, más tarde o más temprano, se consumará un descenso que se clavará a fuego en el corazón de los albacetistas que no entienden como después de la forma en la que se libró el equipo la temporada pasada del descenso se ha sido capaz de hacer las cosas mucho peor en la presente temporada. Uno no desciende por un mal partido, por un mal arbitraje, por una mala racha o porque se te lesionen los buenos al mismo tiempo. En 42 jornadas los descensos llegan por una mala planificación, ya sea a la hora de elegir al entrenador adecuado, o a la hora de confeccionar la plantilla. La cosa se agrava cuando no eres capaz de reconocer los errores de la campaña anterior y haces una plantilla muy inferior. El ridículo está asegurado.

Alcaraz no tuvo tiempo para nada, las prisas llegaron pronto para contratar como su sustituto a un entrenador que defraudó en todos los sentidos. Menéndez ha logrado sacar algo de rendimiento a este equipo, pero a la vista está que no ha sido suficiente. El mejor Albacete, el mejor rendimiento del equipo, el mejor juego, no ha servido para mover al equipo de último puesto de la tabla. Ahí queda todo dicho.

Con todo eso el Alba se presenta en Málaga ante un equipo que ha sabido lidiar con los problemas que ha tenido y que sin apenas jugadores puede certificar su permanencia con los 50 puntos que le otorgarían dos victorias y aspirar incluso a pelear por los play-off de ascenso a Primera, de los que no está muy lejos. El Alba, a siete puntos de la zona de permanencia, puede aspirar a engordar para morir, aunque las posibilidades de victoria de este equipo se deben pagar a precio de oro en las casas de apuestas.

El Málaga tiene problemas en casa. Ha ganado muy pocos partidos en La Rosaleda esta temporada. Pellicer cuento solo con 15 fichas profesionales, por las bajas por lesión de Mejías, Luis Muñoz y Orlando Sá. La ilusión por poder pelear por arriba será su principal arma, en un encuentro que se jugará a las 14 horas, otra muestra más de que los clubes se vendieron al dinero de las televisiones dejando a un lado a los aficionados que tanto pelotean en las redes sociales, pero a los que luego deja que LaLiga los apuñale con esos horarios que no se entienden en nuestro país. Pero claro, habrá que ver a quién le interesa lo nuestro cuando se toman estas decisiones.

En el Albacete, Alejandro Menéndez ha recuperado a los lesionados Kecojevic y Carlos Isaac, aunque el lateral no está todavía para jugar 90 minutos, así que lo normal es que Alberto Benito se mantenga en el equipo titular, otra ventaja más que se le da al Málaga para llevarse los tres puntos.

Después de lo visto frente al Espanyol, lo normal es que Menéndez regrese a su esquema con dos puntas, pues es lo que mejor resultado le ha dado hasta el momento. Al menos el equipo tiene más capacidad ofensiva con Zozulia y Ortuño en el campo, aunque luego llegue el error defensivo de turno y tire por la borda todo el trabajo realizado arriba.

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Por lo que respecta al conjunto local, la baja ya mencionada de Luis Muñoz le plantea al técnico castellonense del Málaga la disyuntiva de si con esta ausencia reestructurar su sistema de ataque y pasar del 4-3-3 o 4-2-3-1 habituales a un 4-4-2 dando entrada al Serbio Stefan Šćepović en ataque acompañando a Caye Quintana. Sin embargo lo más probable es que Sergio Pellicer se decante por el cambio del hombre por hombre y que Benkhemassa ocupe la plaza del ausente.

El míster malaguista sin embargo no daba pista alguna en la previa del encuentro ya que, a pesar de enfrentarse a este Albacete colista, no se fía de los de Menéndez: “los puntos que lleva el Albacete no van en función del nivel competitivo que está mostrando. Hace dos jornadas, en el minuto 91, iban ganando en Girona y en dos minutos perdieron el partido. Nos van a plantear un partido de juego directo, de ir al límite y de segundas jugadas. Han mejorado mucho la presión en bloque alto y no hay que olvidar que este club hace dos temporadas, junto al Málaga, estaban jugando el play-off y varios jugadores siguen la plantilla”.

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El colegiado encargado de dirigir la contienda será el tinerfeño Daniel Jesús Trujillo Suárez, todo un veterano ya en la categoría y que acumula doce temporadas (dos en Primera División) en el fútbol profesional. Hasta en diez ocasiones ha pitado el canario al Alba con un balance de tres victorias albaceteñas, seis empates y una derrota. La temporada pasada le pitó tres encuentros al Albacete, precisamente el Albacete - Málaga en el Belmonte (1-0), la derrota con el Mirandés en el mismo escenario (1-2) y ya tras el confinamiento el empate, también en casa, con el Sporting de Gijón (1-1). Este año tan solo dirigió el Albacete 2 – Rayo Vallecano 1 de la jornada 8.

Al Málaga por su parte, Trujillo Suárez le ha arbitrado en trece oportunidades con unos guarismos finales nada favorables para los del Paseo de Martiricos:  cuatro victorias, un empate y ocho derrotas.

A cargo del VAR en este enfrentamiento estará el ínclito colegiado gallego David Pérez Pallas.

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