Málaga - Albacete: quedan puntos, pocos, pero no queda ni fe, ni equipo
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- Escrito por Elías Blanco-ADG/Fotos: Mateo Villalba (cedida +quealba)
Nueva semana sin puntuar, y ya van cuatro seguidas, para un Albacete Balompié al que se le escapa a más de dos partidos el objetivo de la permanencia. Los hombres de Alejandro Menéndez cayeron en Málaga después de completar un partido por momentos más que aceptable, pero un error incomprensible permitió al Málaga abrir el marcador y un desajuste posibilitó que el rival pusiera tierra de por medio y convirtieron la segunda mitad prácticamente en un trámite para un equipo al que le cuesta demasiado generar peligro y muy poco concederlo.
No se le puede negar al Albacete la voluntad, la determinación y el arrojo. Una vez más, y al igual que en salidas como la de Girona, el equipo quiso mandar, asumir protagonismo y buscar la portería contraria. Pero es ahí precisamente donde queda retratado y choca frontalmente con sus limitaciones. Menéndez no cambia en exceso los nombres ni su organización en el terreno de juego -en la portería tuvo que hacerlo por un contratiempo de última hora de Tomeu Nadal-, porque la verdad es que las sensaciones no son nunca malas del todo.
Sin embargo, en unos primeros minutos de dominio que invitaban incluso al optimismo, el bagaje fue de ni una sola acción de peligro y un susto en contra. Yanis le ganó la partida a una defensa dormida y a punto estuvo de cabecear a gol un centro medido de Jairo.
El Málaga, sin ningún tipo de apuro clasificatorio, se siente cómodo viviendo del error ajeno, y eso ahora mismo contra el Albacete Balompié es un seguro de vida. El equipo blanquiazul necesitaba menos para generar más. Jairo de nuevo trajo de cabeza a Fran García para combinar con Cristian en la segunda llegada seguida de su equipo.
Por su parte, el Alba, que cuando construía con Dani Torres o encontraba a Álvaro Jiménez le daba coherencia al juego, demostraba tener los pies de barro en cada pérdida de balón, que conllevaba un lento y deficiente reajuste.
Curiosamente, la mejor acción de todo el primer acto llegó de forma mucho más directa, en un saque de banda largo con segunda jugada para Dani Torres. El colombiano asistió de cabeza a Zozulia, que en escorzo y muy forzado remató flojo a las manos de Soriano.
Y como en toda historia desgraciada de equipo en crisis, el mazazo en forma de gol se produjo en una acción paradigmática y explicativa de la situación del Albacete. Boyomo acudió a despejar un córner al palo corto y se olvidó de recuperar su posición para cuando la segunda jugada había regresado al área, habilitando a Yanis a la hora de despejar un remate deficiente de Benítez desde la frontal. Un fallo tan flagrante como difícil de explicar si no es por la falta de intensidad.
El tanto desconectó a un Albacete que sí se acercó en un par de balones colgados en los que Ortuño evidenció, a la hora de tomar la última decisión, que no se encuentra en su mejor año.
Basta un solo gol en contra o una desventaja en situación como la del Albacete para convertir un gol de diferencia en una losa insalvable. Esa fue la sensación de una segunda mitad en la que el equipo albaceteño nuevamente lo intentó, y por enésima vez se encontró con sus carencias.
Y la sentencia definitiva dejó media hora de sobra por delante. Lo que parecía una acción prometedora a favor del Albacete se convirtió en una contra a tres toques iniciada por Cristian, asistida por Jairo y finalizada a gol por Caye Quintana. El repliegue defensivo no fue el mejor, pero la construcción coral del Málaga resultó de manual.
Un libre directo muy desviado, un cabezazo de Zozulia y un chut cruzado de Benito fueron el pobre, escaso repertorio ofensivo del Albacete hasta el final de un partido que acabó por resultar un “via crucis” y al que ni el carrusel de cambios pudo cambiarle la cara.
A continuación la galería de fotos del encuentro: