Sin tener en consideración los partidos aplazados que tanto Villarreal “B” como Albacete Balompié tienen pendientes de disputa, son cuarenta y cinco los puntos que todavía faltarían por repartirse en las quince jornadas que todavía restan de campeonato. Nada más y nada menos que cuarenta y cinco puntos, uno menos que todos los conseguidos hasta el momento por el líder de la competición, el filial amarillo, y nos encontramos con muchos tirando de calculadora y hablando de final y casi de punto de no retorno para referirse al choque que castellonenses y manchegos disputarán este sábado a partir de las 19:00h en el Carlos Belmonte.

Puede parecer exagerado, y probablemente lo sea ya que, tal como afirmaba el técnico del Alba Rubén de la Barrera en la previa, ganar o perder este encuentro no certifica ni que asciendas ni que pierdas la oportunidad de hacerlo. Sin embargo, no es menos cierto que, a pesar de las muchas "puertas" que el gallego dice que todavía quedan detrás de este partido, le ventaja adquirida por el Villarreal, merced en gran parte a los propios errores albaceteños, así como a la sensación negativa de oportunidades perdidas que se encuentra instalada en el entorno blanco después de los últimos encuentros, cargan de trascendentalidad y máxima importancia el partido a disputar entre ambos contendientes este fin de semana.

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La escuadra albaceteña se dejaba esta última semana la friolera de cuatro de los seis puntos puestos en juego cuando casi ya los saboreaba en el caso del partido ante el Barcelona “B” después de una meritoria remontada, y cuando con ventaja en el marcador ante el Sabadell y este con un hombre menos se las prometía muy felices.

En la plantilla y cuerpo técnico del Albacete reina la calma, todos los futbolistas que han comparecido en los últimos días, Rubén Martínez y Kike Márquez en el propio Estadio Johan Cruyff, y Alberto Jiménez, Rafa Gálvez o Bernabé Barragán a lo largo de la semana, además del propio entrenador Rubén De la Barrera han mandado un mensaje de optimismo y de confianza plena en el trabajo que viene realizando el equipo.

Sobre este partido el míster gallego del Alba analizaba al rival del que decía que “de filial tiene solo la ‘B’ en el nombre” y apuntaba a que es un equipo “con talento, velocidad, que dispone de varios jugadores diferenciales, pero lo que les distingue e identifica es la solidaridad que muestran en aquello que hacen”.

Avisaba también De la Barrera de que este equipo que “defiende con todo; es un equipo que corre, un equipo solidario y de ahí su solvencia, más allá de que se hacen muy fuertes en aquello que intentan repetir partido tras partido que es robar, contraatacar rápido, transitar rápido, explotar velocidad y calidad y todo eso nos va a obligar a estar en alerta permanente”.

Aunque leer las intenciones futbolísticas del técnico coruñés es siempre todo un ejercicio de aprendiz de mago o de adivinador avanzado, ya que su cabeza parece estar siempre en continua ebullición, con estrategias tanto defensivas como ofensivas, juegos de posicionamiento o de superioridad y todas esas teorías que los estudiosos del fútbol manejan a las mil maravillas e intentan explicar como si de verdad fuesen entendibles por la mayoría de los mortales que merodeamos cerca del entorno balompédico; podemos intuir, sin mucha base matemática, que De la Barrera introducirá sutiles cambios con respecto al once que saltó de inicio ante el Barcelona “B” el pasado domingo con vistas a adaptarlo a las diferentes características que el filial castellonense presenta con respecto al azulgrana.

De esta forma, en línea defensiva la novedad vendría por el regreso a la titularidad de un Julio Alonso que cedió su puesto ante los culés a un Emmanuel Attipoe que en palabras de Rubén de la Barrera “hizo un partidazo” pero que en determinados momentos, sobre todo en el primer tiempo, sufrió para parar a los veloces extremos del conjunto catalán.

En la medular, Alberto Jiménez es casi el único indiscutible, el canario se ha puesto en su casaca los galones que dejó Sergi Maestre en el vestuario tras su lesión y, la mera presencia del majorero en el campo impone sobremanera a los rivales que acaban desesperados y en muchas ocasiones víctimas de su veteranía y saber estar en el campo. A su lado lo normal sería que el asturiano Riki fuera su acompañante en el pivote sin embargo, las características del Villarreal podrían hacer que el preparador herculino alineara de inicio a un Eric Montes con más capacidad de sacrificio defensivo que la del joven ovetense.

Por delante de esta línea de pivotes, Rubén Martínez, Kike Márquez y Sergi García, parecen fijos si atendemos al rendimiento que vienen mostrando estos jugadores en los últimos encuentros, con "banquillazo" para Rubén incluido en el último partido. Arriba bien Dani González o Manu Fuster de falso 9 podría disputarse el puesto de delantero.

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Por lo que respecta al Villarreal “B” no se esperan cambios con respecto al once que Miguel Álvarez sacara de inicio frente al Betis Deportivo en la última jornada. Tan solo las molestias físicas que acumulan el central Dela y el centrocampista Jackson podrían apartarlos de la titularidad.

El preparador andaluz del equipo de la capital de la cerámica reconocía en la previa que este tipo de partidos se adaptan muy bien a su equipo: “será un partidazo tremendo, como el del Andorra, que junto con el Albacete, son de los equipos con mejor fútbol asociativo y han hecho fichajes top que son de otra categoría. Vamos a competirlo como siempre. Nos va genial jugar este tipo de partidos”.

También recordaba Álvarez que, a pesar de la goleada que su equipo le endosó al Alba en la primera vuelta el conjunto manchego “sometió” a los suyos durante varios momentos del encuentro y que con respecto a entonces este Villarreal de ahora “ha perdido la solidez defensiva que tenía, aunque en los últimos partido la ha ido recuperando”.

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El colegiado designado por el comité técnico de árbitros para este encuentro es el madrileño de 38 años Sergio Pérez Muley. Todo un veterano que afronta con esta su décima temporada consecutiva en la categoría de bronce del fútbol español y en la que ha impartido justicia en un total de 124 encuentros incluidas cuatro promociones de ascenso a Segunda División A.

Precisamente fue en uno de esos Play-Offs de ascenso, el de la campaña 2016-2017, la última vez que se vio las caras con el Albacete Balompié, fue en aquel inolvidable Valencia "B" 0 - Albacete 1, que encarrilaba la eliminatoria para el retorno al fútbol profesional del conjunto dirigido entonces por José Manuel Aira.

Aparte de ese encuentro, Pérez Muley dirigió en otras dos ocasiones a los blancos, también en aquella temporada 2016-2017: en la jornada 2 ante la Real Sociedad "B" en San Sebastián, con resultado final de 2-2, y en la jornada 25 ante el Amorebieta en el Carlos Belmonte, encuentro en el que se impuso el Alba con gol de Álvaro Arroyo.

Al filial de submarino amarillo, el trencilla madrileño le ha arbitrado en cinco oportunidades, arrojando un balance final de tres empates, una victoria castellonense y una derrota.

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