Lo del Albacete, una vez más, era la crónica de una muerte anunciada, porque toda la temporada lleva el equipo de Rubén de la Barrera ofreciendo decepción tras decepción cada vez que se ha enfrentado con un rival directo fuera de casa. No solo es que el equipo manchego pierda, es que además lo hace por goleada y con la sensación de ser más un equipo que lucha por no descender que por uno que quiere volver a la Liga de Fútbol Profesional.

Los jugadores son los mismos, pero el rendimiento, espectacular en casa, deja mucho que desear fuera y, ahí, todo apunta al banquillo, porque sino no hay manera de entender como unos futbolistas que van como aviones y pasan por encima de su rival en el Carlos Belmonte, parecen la ‘Banda del Mirlitón’ cuando juegan en el Estadio Nacional de Andorra.

El caso es que al técnico. Rubén de la Barrera, le ha costado toda la temporada reconocer que el equipo hace las cosas mal fuera de casa, pero por mucho que afirma saber qué es lo que hacen mal, no ha podido evitar que uno tras otro se hayan ido perdiendo puntos que podrían tener al Albacete desde hace jornadas en Segunda División, como lo está el Racing de Santander. Puntos que es han escapado en los últimos segundos, ventajas en el marcador que se han dilapidado, numerosos empates sin goles ante equipos, teóricamente, inferiores al manchego, considerado por algunos como la mejor plantilla de la categoría.

En cualquier caso, y a pesar de los tropezones que este sábado han tenido sus dos máximos rivales, Villarreal "B" y Andorra, ante Castellón y Alcoyano respectivamente, el Alba sigue teniendo muy complicado ser primero y ascender de manera directa. Impedido, principalmente, por sus propias limitaciones; las que ha tenido como visitante todo el año. Cansados de oír repetir al entrenador aquello de “dependemos de nosotros mismos” como justificación de los malos resultados fuera de casa, ya no puede volver a decirlo pues ya no es así. Por ello, todas las opciones de los manchegos pasan por ganar lo que queda y esperar otro pinchazo del Andorra y Villarreal B para poder ser primeros, sucedió este sábado y eso parece insuflar cierto ánimo a la afición albaceteña, pero no es suficiente, hay que esperar otro tropezón similar de los rivales en una de las dos próximas jornadas y sobre todo que este irregular Albacete gane todo lo que le falta, incluído un partido a domicilio ante el farolillo rojo y ya descendido Betis Deportivo, pero sobre todo el primero de ellos, el que le enfrantará al Nástic de Tarragona este domingo en el Carlos Belmonte.

En las circunstancias actuales el conjunto blanco parece abocado al play-off, con la particularidad que este se juega fuera de casa, en tierras gallegas, donde militan los que serían sus rivales en el grupo I, todo un despropósito de la RFEF que, como siempre en los últimos tiempos, ha ido a salto de mata y ha convertido esta Primera RFEF en una charlotada, donde los clubes modestos van camino de la ruina y que no se sujeta a nivel económico por ningún lado porque no tiene el tirón que se esperaba y sobre todo por los gastos tan elevados que para muchos equipos supone.

En lo estrictamente deportivo, el Albacete recibe al Nástic de Tarragona y tiene que ganar, ya no solo por apurar sus opciones, también por llegar en las mejores condiciones al posible play-off. El equipo tarraconense también quema sus últimas velas con el objetivo de meterse en la zona de privilegio. Está a dos puntos y forma parte de un nutrido grupo que pelean por quinta, toda vez que las tres primeras ya están casi matemáticamente adjudicadas y la cuarta con la victoria del Sabadell este sábado empieza a tomar claro color arlequinado.

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De la Barrera recupera a Boyomo y Emmanuel, cumplidas sus respectivas sanciones. Veremos por lo que opta el técnico de cara a un lateral derecho que ha sido un quebradero de cabeza. Boyomo ofrece interesantes incorporaciones, Emmanuel no ha terminado de cuajar y Montes hace lo que puede, pero ninguna ha podido sujetar bien a los rivales cuando han buscado esa banda para hacer daño, por donde le han venido al equipo muchos problemas.

Lo normal es que Riki regrese al equipo junto a Alberto Jiménez, pues era la pareja que estaba funcionado bien en el centro del campo y el técnico la rompió para poder encajar a un Fran Álvarez que no ha podido recuperar todavía su nivel tras la lesión y en Andorra estuvo totalmente desaparecido, lo mismo que otros jugadores de la parte ofensiva. Así que se esperan cambios arriba, tanto de hombres como de posicionamiento, o al menos eso se vislumbra tras el desastroso partido del pasado fin de semana.

El Nástic vendrá a por todas, con la intención de sumar los tres puntos y un Raúl Agné veterano en estas batallas y que seguro que le guarda alguna sorpresa a un Albacete que espera ofrecer la versión casera para, al menos, darle una alegría a la decepcionada afición. En la rueda de prensa previa al encuentro, el técnico de los tarraconense señalaba que "el Albacete es un equipo muy fuerte como local; con una idea de juego muy reconocible y que tiene a un gran entrenador yjugadores de mucha calidad y que como todavía tienen opciones de ser primeros iran a ganarlo todo".

También avisaba Agné de lo que en su opinión será la clave del partido: "hay que aprovechar los momentos y tener cuidado con los detalles; se tienen que aprovechar las oportunidades y no conceder. No se trata de competir bien, sino de no cometer ningún error, ni en una área ni en la otra".

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El colegiado designado por el comité técnico de árbitros para este encuentro es el murciano Juan Antonio Campos Salinas de 32 años de edad que con esta cumple con su octava temporada consecutiva en la categoría de bronce del fútbol español en la que ha dirigido 92 encuentros.

Al Alba el trencilla de Ceheguín le ha dirigido en tres oportunidades; una de ellas en el Albacete 1 - Andorra 0 de la jornada 3 de la temporada en curso; y otras dos en la campaña 2016-17: un Albacete 2 – Arenas de Getxo 0 de la segunda ronda de la Copa del Rey, y el Albacete 0 – Real Sociedad B 1 de la jornada 21 de liga.

Por su parte Campos Salinas impartió justicia en dos encuentros disputados por el Nástic de Tarragona que se saldaron respectivamente con una victoria y un empate.

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