El gran héroe del ‘Riazorazo’ fue Jordi Sánchez, recuperado para la causa del play-off. Ya brilló contra el Rayo Majadahonda y, ante el Dépor, marcó un gol, el 1-2 en el minuto 113, que pasará a la historia. “Era mi tercera final. Parecía que las finales de ascenso se me resistían. A la tercera, por fin, fue la vencida”, dijo el ariete barcelonés, que terminó exhausto. Los calambres incluso le hicieron detener su discurso.

“Ahora mismo no recuerdo la jugada del gol, pero es un momento que no se me va a olvidar. He visto la zona donde estaba mi familia, y he corrido. Ni sabía los que venían detrás y me he visto contra la valla”.

“Le he pegado con el alma”, resumió Sánchez, que quiso resaltar públicamente el trabajo de todo el equipo y especialmente, el que ha hecho en la sombra, de Rubén de la Barrera.