Más allá del valor anímico del punto en casa de uno de los aspirantes y de los seis encuentros consecutivos sin conocer la derrota, el empate del Alba en Soria también debe valorarse como ese indicador de que, si bien el titular del Carlos Belmonte sigue inmerso ¡¡y de que manera!!! en la lucha dramática por evitar el descenso, algo ha cambiado desde que David Vidal relevara a Julián Rubio hace casi dos meses.
Defensa Numantina. El Alba ejerció de soriano
El pasado sábado el Alba añadió a su haber un orden defensivo y tranquilidad de los que había carecido a lo largo de toda la competición y, lo hizo frente a un rival nada cómodo y cuyo objetivo era recuperar espacio con los primeros y engancharse de manera definitiva a un tren de ascenso que, parece que este año, pasará de largo por la Ribera del Duero.
Los de Vidal arrancaron el encuentro con la intención de jugar de forma ordenada y escalonarse bien de atrás hacia adelante. En ese plan ideado por el técnico gallego, la entrada como central del casi inédito Pereira resultó clave para dar el aplomo necesario a una mermada zaga.
Juan José Pereira cumplió con creces en el centro de la defensa
El primer aviso lo dio el equipo local, al realizar Oscar López un lanzamiento franco que se marchó lamiendo el palo de la portería defendida por Cabrero, pero, el Alba, se plantó bien y, aunque no inquietaba en exceso al Numancia si que dejaba bien a las claras que iba a buscar sus oportunidades y que no había viajado hasta Soria solo a "verlas venir". Así, cabe destacar a los cinco minutos, una ocasión de Antonio López que, el madrileñó no llego a culminar al no llegar por poco a un centro de Sales que previamente se había marchado por velocidad de su par. Cinco minutos después, el meta local se jugó el tipo en una salida a la desesperada ante Altobelli en un mano a mano que, desde la grada primero, y ante la televisión después, nos pareció un claro penalty que el ínclito Piñeiro Crespo (muy casero toda la tarde) no quiso ver.
Altobelli es derribado en el área por Edu Navarro
Rondaba el ecuador de la primera mitad cuando, el local Jaio se hace un lío morrocotudo con un balón en la frontal de area que, Stuani no desaprovecha definiendo de manera perfecta frente a la inútil estirada de Edu Navarro. Uno más en la cuenta del "Matador de Tala" que, si bien se ha visto superado en las últimas jornadas por Jorge Molina en la clasificación del pichichi, ha evidenciado durante toda la temporada que su instinto y capacidad goleadoras están muy por encima de esta paupérrima segunda división.
El tanto del uruguayo cayó como jarro de agua fría en la parroquia local y terminó de atascar el juego de los de Gonzalo Arconada que, para más inri se encontraban con la inoportuna lesión del ariete costamarfileño Lago Junior que tuvo que dejar su puesto de manera anticipada a Vélez. Los locales apenas si inquietaron durante el primer tiempo la meta del oscense Cabrero y, tan solo las faltas al borde del area albacetense que el colegiado asturiano cobraba una y otra vez (muchas de ellas de manera injustificada) ponían algo de peligro.
Miguel Núñez celebra junto a Christian Stuani el 15º gol del charrúa
Tras la reanudación el Alba seguía a lo suyo, ordenado en defensa y maniatando a un Numancia que atacaba más con el corazón que con la cabeza y que se topaba una y otra vez con la pareja Pereira-Tarantino que, afianzó la retaguardia blanca. Cabe destacar en este tiempo un remate de Iñigo Vélez a la media vuelta que se estrelló en el larguero. Corría el minuto 78 cuando Stuani tuvo en sus botas la sentencia, sin embargo la defensa soriana se le adelantó y terminó despejando. Y, de lo que pudo ser el finiquito del partido para el Alba al empate. El Numancia ejecutaba su primer saque de esquina en todo el segundo tiempo (minuto 81), Barkero peinó hacia atrás desde el primer palo y Vélez completamente solo y libre de marca en el centro del area pequeña remachaba la meta manchega. Nuevamente un despiste defensivo en una jugada a balón parado (como tantas otras veces a lo largo de la temporada) tiraba al traste parte del buen trabajo llevado a cabo por el equipo de la Avenida de la Estación.
El local Iñigo Vélez estrelló un balón en la madera (Imagen: Gente)
De ahí hasta el final cinco minutos de agonía para los visitantes y de emoción para los locales, que además vieron como su equipo se quedaba con diez jugadores por la doble tarjeta amarilla a Goiria (la segunda de ellas por simular un penalty).
En definitiva valioso empate del Alba que encadena su sexta jornada consecutiva sin perder y que le vale para mantenerse una semana más fuera de los puestos de descenso.