En el mundo del fútbol es muy fácil ilusionarse, casi lo mismo que desesperarse. Los resultados marcan, pero también las sensaciones y si no que se lo digan a Rubén de la Barrera, que con el equipo arriba luchando por el ascenso no encontraba el beneplácito de un Carlos Belmonte que no entendía las desconexiones de un equipo de sobrada calidad que de vez en cuando era pasado por encima por sus rivales. No había mucha fe en el ascenso en el playoff jugado en Galicia, sobre todo al tener que jugar la final ante el Deportivo en su casa, con la grada a reventar. Todo en contra, pero en el fútbol nunca se dice la última palabra hasta que no pita el árbitro y el Albacete ascendió.
La épica dio paso a una euforia desmedida. “Seguro que si ascendemos como primeros de grupo no se había liado la que se lió” decían desde dentro y posiblemente llevaban razón. Nos gusta la épica, el imposible, el ganar cuando nadie lo espera y el Albacete lo hizo y regresó por la puerta grande al fútbol profesional.
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Esa ilusión se ha mantenido durante la pretemporada con la llegada de un nuevo entrenador al que los jugadores entienden, que quiere control, pero también verticalidad, que quiere tener la pelota, pero también es ambicioso. El caso es que durante la pretemporada empezó a vislumbrarse cosas interesantes, ya no por los resultados, que sinceramente, no valen absolutamente para nada, sino por las cosas que hacía el equipo, los sistemas que utilizaba, las variantes que proponía y como a poco iba encontrando su estilo y sus virtudes a base de tener alternativas.
El primer partido en Lugo mostró todo eso, pero ya en el “fútbol de mayores”, dijo el técnico. Una victoria solvente y merecida, con un Albacete dominador que generó ocasiones, que generó fútbol y que hizo lo que nadie antes en el club había hecho, empezar la liga en Segunda como visitante y ganar. No solo es que quede un mundo, es que ni siquiera las plantillas están cerradas y seguro que la semana que viene se producen muchos movimientos, pero estos tres puntos valen lo mismo que los de la jornada 41 y el Albacete ya los tiene en su casillero. “Faltan 47 para alcanzar el primer objetivo”, dijo un Albés que lo tiene claro.
Con todo esto el Albacete 2022-23 se presenta en el Carlos Belmonte frente al Burgos a las 19,30 horas. No confundir con el Real Burgos que visitó el Estadio en Primera en aquellos gloriosos años del Queso Mecánico. Este Burgos alcanzó su cénit al llegar a Segunda y consiguió el año pasado la permanencia a base de formar un bloque sólido al que era difícil hacer gol, pero que acabó en la mitad alta de la tabla con una tranquilidad impropia de un recién ascendido y debutante en la categoría.
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Matos y Loic siguen de baja, pero el técnico metió en la convocatoria a Gaspar Campos, extremo de 22 años que llegó el jueves, cedido por el Sporting de Gijón. En el equipo burgalés viejos conocidos, como el guardameta José Antonio Caro, que tuvo una gran actuación en la primera jornada, y Fran García.
También hay en las filas del Albacete conocidos para los burgaleses, pues desde allí llegaron este verano el lateral Álvaro Rodríguez y el delantero Juanma García. También Riki llegaba desde el Burgos en el mercado invernal del año pasado, donde estaba cedido por el Oviedo sin demasiado protagonismo.
Rubén Albés solo ha recuperado a Kawaya de la larga lista de ausencias en la primera jornada. El belga de origen congolés todavía es una incógnita para el Albacete por sus continuas lesiones. Llegó en el mercado invernal del año pasado y hasta tuvo que pasar por el quirófano. Ha jugado 123 minutos repartidos entre seis partidos, solo uno como titular, y este año también comenzó después la preparación, todavía recuperándose de la operación sufrida, y en la primera jornada tuvo una gastroenteritis.
Lo normal es que el entrenador gallego repita alineación, aunque todavía está por ver sus intenciones jornada tras jornada. Lo cierto es que tiene jugadores que bien podrían ser titulares como Juanma, Dubasin o Reymao. Todo dependerá del plan de juego, porque el Burgos no es el Lugo y veremos si opta por reforzar el centro del campo o incluso la defensa, donde ya advirtió que jugaría unas veces con cuatro defensas y otras con cinco, algo que también hace el técnico del Burgos en su equipo.
Lo que está claro es que la afición está ilusionada por el ascenso, por la pretemporada y la victoria en la primera jornada. Aunque estamos todavía en agosto, seguro que el Belmonte ofrece una buena entrada, porque la gente tiene ganas de ver al equipo, igual que tiene ganas de Feria y seguro que si todo fluye, ambas cosas van a protagonizar el mejor final del verano en muchos años.
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El colegiado designado por el Comité Técnico de Árbitros para la dirección de este encuentro es el mallorquín Mateo Busquets Ferrer que, a sus 28 años, debutará con este partido en la categoría de plata del fútbol español después de estar durante cuatro campañas en la extinta Segunda División “B” y una más, la pasada, en Primera RFEF.
Busquets Ferrer, presente en las ultimas cuatro promociones de ascenso al fútbol profesional, ha dirigido en dos oportunidades al Albacete Balompié, las dos la pasada temporada y, precisamente la última de ellas en la Semifinal del Play Off de ascenso ante el Rayo Majadahonda en Vigo. El otro encuentro en el que impartió justicia al cuadro manchego fue en el Barcelona “B” 2 – Albacete 2 de la jornada 24 del campeonato.
Por su parte, el trencilla balear nunca dirigió al Burgos C.F. en partido oficial.
Josep Bordoy Homar y Victor Jiménez Yustos, también de la delegación de Mallorca, serán los árbitros asistentes, mientras que el murciano Juan Antonio Campos Salinas estará en la banda como cuarto árbitro. En el VAR Eduardo Prieto Iglesias (Comité de Navarra) apoyado por José Antonio López Toca en el AVAR, asistirán a Busquets Ferrer en la toma de decisiones.
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