El Albacete Balompié juega este lunes a las 21 horas en el Estadio Nacional de Andorra la Vella su partido de la jornada frente al Andorra. Dos recién ascendidos en buena trayectoria frente a frente con un denominador común, que ambos tendrán que soportar las bajas temperaturas que se prevén durante el encuentro, algo que, por costumbre ya, le importa un pimiento a la Liga de Fútbol Profesional. Ya se ha visto en verano colocando partidos a las 14 horas en Andalucía, ahora tenemos partidos nocturnos en los Pirineos en pleno inverno. Una locura que pone en riesgo no solo la salud de los futbolistas que deben jugar con temperaturas extremas, pudiendo hacerlo en mejores condiciones, sino también de los aficionados, valientes, que acudan al Estadio, que obviamente no serán muchos. Si al Andorra le cuesta conseguir una buena entrada, mucho más difícil será encontrar público un lunes a las 21 horas con nosecuantos grados bajo cero. Pero a LaLiga todo le da igual. El dinero de las televisiones marca la situación y los clubes se la tienen que envainar porque así está estipulado. Habrá que echar mano de ropa térmica, varios pares de calcetines e incluso a ver qué botas utilizan los jugadores, pues la superficie de juego puede parecerse más a una pista de hielo que a un campo de fútbol.

A todo esto, el Alba defiende su sexta plaza, en puestos de playoff, ante un Andorra que lleva también una gran campaña, aunque en los últimos dos meses ha bajado un poco su rendimiento, con una sola victoria en las seis últimas jornadas.

Los de Rubén Albés regresaron de las vacaciones con las pilas cargadas y volvieron a ofrecer ese fútbol que emociona y que tanto le gusta al entrenador. La moral está alta y el objetivo de la permanencia cada vez más cerca, lo que acuñan como indispensable para poder hablar de otras cosas. Los tres puntos también tienen su parte sentimental, por el mal partido disputado allí la temporada pasada con el primer puesto en juego y la masiva afluencia de aficionados albacetenses, un desplazamiento largo y costoso del que salieron, una vez más, defraudados como la mayor parte de esa temporada fuera de casa durante la competición liguera.

La baja de Álvaro Rodríguez, sancionado por acumulación, obliga a Rubén Albés a tener una difícil tesitura, o bien repite con lo que ya utilizó en una anterior ausencia del madrileño, un parche con Julio Alonso y jugar con dos laterales zurdos, o bien mete con apenas unos días de entrenamiento al fichaje invernal, Carlos Isaac. Al menos el lateral extremeño ya conocía la casa, por lo que no habrá tenido problemas de adaptación. Todo dependería, según el técnico, del grado de entendimiento que Isaac haya cogido de la manera de jugar del Alba. Que sea titular no es descabellado, pues, además, dentro del desastre de temporada que vivió en la campaña 2020-21, fue uno de los pocos que cumplió de manera decente como lateral diestro.

Albés tiene otra baja de última hora, Juanma García. Unas dolencias abdominales llevaron al jugador a ingresar en el Hospital, sin que se conozcan todavía lo que le ocurre al jugador. Un problema dada la falta de efectivos para la banda derecha, tras la marcha de Rubén Martínez, que jugaba habitualmente en esa posición. Lo normal sería colocar a Dubasin y que Higinio fuera titular, pero el delantero murciano viene de arrastrar molestas en el cuádriceps y no jugó frente al Leganés por riesgo a sufrir una lesión más grave. Jugar de inicio no parece lo adecuado si se le ha estado cuidando y más en un partido donde, como ya se ha dicho, las condiciones climáticas pueden ayudar a provocar lesiones en los jugadores. Albés pude mover fichas, utilizando también a Fran Álvarez, e incluso está la opción de Kawaya, aunque, por muy querido que sea por la afición, el belga está para jugar unos minutos y poco más.

En el Andorra, Eder Sarabia tiene dos bajas importantes, Martí Vilà y Adrià Vilanova, ambos lesionados. También hay que recordar que Pau Casadesús salió cedido, lo que plantea un pequeño problema en el lateral izquierdo, donde busca una opción en el mercado invernal.

El vasco elogió en la rueda de prensa previa al Albacete del que dijo “están haciendo una temporada de sobresaliente; están muy bien en todos los aspectos” para luego analizar a los blancos y comentar que “mantienen bastante el bloque aunque tienen dos bajas importantes como Juanma García y Álvaro Rodríguez. Cuentan con la incorporación de Carlos Isaac y Manu Fuster está cogiendo mucho protagonismo. Están en buen momento Maikel Mesa y 'Riki'. Sabemos lo que van a hacer y la única duda que tenemos es en la banda derecha”.

Se enfrentan, por tanto, dos equipos muy similares, pues si Rubén Albés afirmaba que el Andorra “es un equipo de autor”, no lo es menos el de Sarabia. Dos entrenadores que han sabido impregnar de un aire especial a sus equipos y que tratan de ofrecer un fútbol para el disfrute de los aficionados.

El colegiado designado por el Comité Técnico de Árbitros para la dirección de este encuentro es el onubense de 29 años Alejandro Quintero González que afronta con esta su segunda temporada en la categoría de plata del fútbol español tras haber estado una más en la extinta Segunda División “B”.

Quintero González tan solo dirigió al Albacete en partido oficial en una oportunidad, lo hizo en la competición en curso, el mes de diciembre pasado, en el Mirandés 4 – Albacete 2. Encuentro que quizás haya sido el peor partido del equipo dirigido por Rubén Albés hasta la fecha.

Por su parte al conjunto del principado también le arbitró en una única ocasión, fue en la jornada 2, en el encuentro Las Palmas 2 – Andorra 0.

Víctor Jara Cordobés y José Francisco García Lozano, también del comité andaluz, serán los árbitros asistentes, mientras que el navarro Eduardo Prieto Iglesias en el VAR y el vizcaíno Iñaki Vicandi Garrido en el AVAR asistirán a Quintero González en la toma de decisiones. El cuarto árbitro será el cordobés Manuel Camacho Garrote.

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