La Liga SmartBank afronta su tramo final, diez fechas para que concluya la fase regular de la misma y esta semana Zaragoza y Albacete dirimirán un choque que, aunque pueda tener cierta transcendencia, servirá tan solo para acercar o no a ambos equipos a sus objetivos actuales, nada en cualquier caso concluyente para ninguno de los dos sobre todo en caso de derrota.
Hablamos de objetivos actuales que no iniciales, ya que, en contraste con lo que seguramente se podía pensar a principio de temporada, las metas del presente parecen invertidas para ambos conjuntos. Mientras los aragoneses se afanan por alcanzar los cincuenta puntos que les garanticen la permanencia lo antes posible, los manchegos, recién ascendidos tras un año en las catacumbas de la Primera RFEF de Luis Rubiales, todavía se frotan los ojos con la emoción de verse en unas posiciones de privilegio que no se podían ni imaginar al principio del campeonato.
Pero ¿cómo responderá a las expectativas de futuro de Albacete y Zaragoza este partido?: los primeros no pueden, tras la derrota ante el Granada, tropezar dos veces seguidas si no quieren entrar en racha negativa como dice su técnico Rubén Albés y, sobre todo si no quieren comprometer su candidatura a esos play-offs de ascenso a Primera, ya que tanto Cartagena, que ganó este viernes 2-0 a un desahuciado Lugo, y Burgos que cayó estrepitosamente en la jornada sabatina ante el Ibiza por igual marcador están a tan solo cuatro y cinco puntos, respectivamente.
Ganar también es imperativo, quizás todavía más, para los locales, que necesitan alejarse del abismo de esa categoría de bronce que ahora mismo tienen a tan solo dos partidos de diferencia. Si emocionante e ilusionante ha sido la temporada para el Albacete, decepcionante es el calificativo más suave que se podría aplicar a la realizada por el Real Zaragoza hasta el momento. Parece mentira que un equipo histórico que atesora en su palmarés y guarda en sus vitrinas seis Copas del Rey, una Supercopa, una Recopa de Europa y una Copa de Ferias y que tiene detrás a la quinta ciudad más importante de España, lleve justo una década atrancado en el segundo peldaño del balompié nacional; más cerca casi siempre de los de abajo que de los de arriba y, en los últimos tiempos sobreviviendo con más pena que gloria.
Resignada, pero siempre fiel, permanece la afición de un Zaragoza ante esto, y quizás sea por ese apoyo casi incondicional, y por la calidad de una plantilla tan, a priori, potente como irregular por lo que el entrenador del Alba no se fie de este partido y señale la visita a La Romareda como “una de las salidas más complicadas” que les quedan a los suyos de aquí hasta el final; además de apuntar a las múltiples bajas que ha padecido su rival a lo largo de la temporada como las principales razones que han condicionado su rendimiento.
Precisamente las ausencias, hasta diez, vuelven a ser protagonistas para el equipo dirigido por Fran Escribá que, hasta el último momento, estuvo luchando en los despachos por que se revocara la suspensión por un partido de su capitán Alberto Zapater expulsado ante el Huesca. Sin embargo, ni el Comité de Competición ni el de Apelación han atendido las razones que han aportado los servicios jurídicos de la entidad aragonesa. Tampoco le salieron bien las cosas al Zaragoza en la otra baza que mantenía abierta con vistas a minimizar las bajas y que no era otra que la selección de Cabo Verde venciera el viernes en casa a la de Eswatini en la fase de clasificación de la Copa Africana de Naciones y que la federación de aquel pais liberara a Thiago Bebé del segundo partido a disputar el martes. El combinado de la excolonia portuguesa no pasó del empate y el delantero africano no podrá jugar contra el Albacete, aunque ya previamente Escribá había dicho en la rueda de prensa previa que por respeto a sus compañeros nunca seria titular en caso de haber podido llegar.
Tras cuatro jornadas sin conocer la derrota, el conjunto maño ve en este partido ante el Alba una oportunidad de oro para darle un bocado a la permanencia y su propio técnico remarcaba en la citada comparecencia que “la victoria nos daría un impulso muy fuerte. Es muy importante ganar este partido”.
El míster valenciano no ahorraba elogios sobre el equipo dirigido por Rubén Albés: “juegue con el sistema que juegue tiene mucha gente detrás del balón; juega muy bien y está realizando una temporada espectacular. No tienen los play-offs aún sujetos, pero están cerca y es mucho mérito del cuerpo técnico, al que conozco, y que está trabajando muy bien y también a nivel de equipo. Es muy difícil ver al Albacete roto o que le hayan pillado en malas posiciones. Al revés, es de los que mejor queda por detrás del balón y aun así es un equipo alegre y que juega bien en ataque, con lo cual es un rival muy peligroso”, -destacaba
Por lo que respecta al Albacete, el conjunto blanco también acusa importantes ausencias, sobre todo en la zaga dónde tres de los cuatro defensores habituales se perderán el choque: Enzo Boyomo convocado por la selección de Camerún, con la que por cierto no llegó a debutar este pasado viernes; Julio Alonso sancionado tras ver la quinta amarilla frente al Granada y, Álvaro Rodríguez lastrado por una lesión que le viene dando la lata desde el partido que el Alba disputó en el Tartiere ante el Oviedo hace ya algunas jornadas y que no le ha permitido viajar hasta tierras aragonesas.
Así las cosas, y conociendo la manera “lo más natural posible” con la que el técnico gallego del Albacete afronta cada baja, lo más normal es que Carlos Isaac, Momo Djetei y Juan Maria Alcedo acompañen a Cristian Glauder atrás. El resto los de siempre, aunque siempre cabe la posibilidad de que el preparador vigués quiera sorprender incrustando a Lander Olaetxea en el centro de la defensa y Juan Antonio Ros pasara a ser titular en detrimento de Riki Rodríguez. Aunque el cartagenero ha sido duda hasta el último momento, por lo que no parece probable que sea de la partida.
El colegiado designado por el Comité Técnico de Árbitros para la dirección de este encuentro es el madrileño de 41 años David Gálvez Rascón que afronta con esta su tercera temporada en la categoría de plata del fútbol español tras haber estado once más en la extinta Segunda División “B”.
Gálvez Rascón ha tenido la oportunidad de dirigir al Albacete Balompié hasta en once oportunidades, con un balance de tres victorias, cinco empates y tres derrotas blancas. En la campaña en curso el veterano árbitro dirigió tres partidos al Albacete: el Alba 0 – Villarreal “B” 0 de la jornada 13; el U.D. Logroñés 0 – Alba 0 de la segunda ronda de Copa que se adjudicaron los riojanos en los penaltis y por último en el Albacete 2 – Lugo 0 de hace dos meses.
Por su parte, cinco fueron las ocasiones en las que que el trencilla madrileño pitó encuentros del Zaragoza: todas ellas en temporadas pasadas y en las que hay dos victorias mañas, dos empates y una derrota.
Guillermo Santiago Sacristán y David Bernal Martín, ambos del comité madrileño y habituales compañeros de Gálvez Rascón, serán los árbitros asistentes, mientras que el tarraconense Albert Catalá Ferrán estará en la banda como cuarto árbitro. El navarro Eduardo Prieto Iglesias en el VAR y el valenciano Andrés Fuentes Molina en el AVAR asistirán en la dirección del choque.
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