Un Albacete sin ambición se adelanta en Lezama, pero el colista Amorebieta le hace sufrir para conquistar un punto
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- Escrito por Nekane Ibarrondo-ADG/Fotos: LaLiga
El Albacete no logró dar continuidad a la victoria lograda ante el Racing y a las buenas sensaciones mostradas ante el equipo cántabro. Los pupilos de Rubén Albés enlazan cuatro jornadas puntuando, pese a llevar desde octubre sin ganar fuera, tras empatar en Lezama en un partido en el que no tiró a puerta. Los palos evitaron la remontada de un Amorebieta que fue superior en la segunda mitad.
En los minutos iniciales los albaceteños llevaron la iniciativa a través de la posesión del balón, pero los centros laterales no llegaban a buen puerto y las acciones se diluían sin mayor peligro para los dominios de Pablo Cuñat.
Tras los diez primeros minutos de juego, las fuerzas se igualaron. El conjunto vizcaíno fue capaz de retener el balón más tiempo. Sin embargo, la sensación de peligro la puso el equipo albaceteño, que pecó de falta de precisión en los metros finales para poner en apuros a Pablo Cuñat. La movilidad de Higinio, Agus Medina y Manu Fuster logró desordenar la defensa dispuesta por Jandro Castro, aunque sin amenazar la portería de la escuadra vizcaína.
El partido había entrado en un ida y vuelta, pero ni Bernabé ni Pablo Cuñat se vieron obligados a emplearse a fondo. A la media hora de encuentro el Albacete marcó el 0-1. Un mal despeje de Seguín a una zona prohibida, la frontal del área, en un error impropio de un futbolista de la categoría del capitán del Amorebieta, permitió a Manu Fuster recoger el cuero en el balcón del área. A la media vuelta el mediapunta valenciano armó el disparo que Bustinza, en un intento por despejar el esférico ante la presencia de Higinio, desvió el esférico con la fortuna para la escuadra manchega de que sorprendió a Pablo Cuñat y acabó en el fondo de las mallas.
El tanto llegó acompañado de una mala noticia, la lesión de Álvaro Rodríguez. El lateral derecho se fue al suelo antes de que el Amorebieta pusiera el balón en juego. Unas molestias en su pierna izquierda le hicieron abandonar el terreno de juego y fue relevado por Carlos Isaac.
Las pulsaciones del encuentro bajaron tras el tanto y el cambio por la lesión. El Albacete cedió unos metros en busca de salir al contragolpe, pero de nuevo la falta de precisión en el último tercio de campo le impidió poner en apuros a Pablo Cuñat.
Los de Rubén Albés terminaron la primera mitad con un susto en el cuerpo. Una falta lateral estuvo a punto de suponer el empate del Amorebieta. Todo el mundo esperaba el centro, pero el pase de Dorrio al vértice del área permitió a Morcillo armar el disparo sin oposición. La madera se interpuso en su camino hacia el gol.
Jandro, tras el descanso, introdujo a Jauregi para dar más presencia ofensiva a su equipo. El cambio hundió al Albacete muy cerca de los dominios de Bernabé. A los cinco minutos de la reanudación, el conjunto blanco volvió a salvarse gracias a la madera. Morcillo se asomó por el carril izquierdo para poner un balón al punto de penalti, donde Dorrio colocó la parte interna del pie derecho para rematar el cuero, que se estrelló en el travesaño.
En el mejor momento del conjunto azulón, una acción desafortunada frenó la inercia del encuentro. Kaiky impactó en la tibia de Jauregi tras despejar un balón y le abrió una gran brecha en el gemelo al delantero local, lo que le obligó a abandonar el terreno de juego.
Tras unos minutos en el que ninguno de los equipos logró imponer su fútbol llegó el empate del Amorebieta. Un centro lateral de Núñez desde el perfil derecho hacia el punto de penalti fue rematado por Unzueta con un gran testarazo. El giro de cuello académico del jugador del cuadro local hizo inútil la estirada de Bernabé y supuso el 1-1.
El gol animó a vicaínos, que fueron claros dominadores del resto de la segunda mitad. Los buenos tramos de fútbol que había presentado el Albacete se desvanecieron y la zaga del conjunto de Albés tuvo infinidad de problemas para defender las acometidas del anfitrión, liderado por un Morcillo en efervescencia. La formación manchega no encontró ni el ritmo ni las ocasiones para incomodar a Pablo Cuñat, que apenas tuvo trabajo en el segundo acto, por lo que el empate resultó inamovible.
A continuación la galería con las fotos del encuentro: