Belmontesurista, eminente forero de Carlosbelmonte.com, debuta como cronista con sus comentarios del partido
Muy pocos se atrevían a vaticinar lo que iba a suceder ayer en una soleada tarde (casi mediodía por lo curioso del horario), donde los más pesimistas predecían una clara victoria bética, los optimistas un empate y sólo los "locos" una victoria. Pero nada más lejos de la realidad, el Alba se sobrepuso con justicia a un Betis perdido y desconocido que solo por algunos minutos mostró el peligro que se le presuponía.
Un golazo. Tato adelantó al Alba con un tanto de bellísima factura (Imagen: Gente)
El partido empezó sin un dominador claro, aunque con ligero dominio bético, y fruto de este dominió llegó la primera ocasión para los de Pepe Mel. Un centro del luso Miguel Lopes era cabeceado "al muñeco" Keylor Navas por Rubén Castro. Pero resultó ser una acción aislada ya que poco a poco el conjunto manchego iba a ir comiéndole terreno al Betis, y ya empezó a llegar con peligro mediante una internada de Tato, que es frenado por Lopes, pero Piñeiro Crespo no señaló la pena máxima a pesar de las protestas de toda la grada. Y es que el colegiado asturiano fue uno de los protagonistas negativos del encuentro, ya que los innumerables errores que tuvo acabaron desquiciando a afición, jugadores y cuerpo técnico locales (Imagen: Gente).
Fue en una nueva internada de Tato donde iba a llegar el primer tanto del partido: un pase magistral de Verza desde la línea de tres cuartos de campo bético, es cazado por el delantero murciano que batió a Goitia con un disparo fuerte a su escuadra derecha. Golazo que acalló de una los gritos de "¡¡Fuera, fuera!!" que por ese momento estaba recibiendo Piñeiro Crespo. El gol levantó a una afición que acabó siendo clave en la victoria de su equipo, y además, dio más fuerza si cabe al Alba. Pocos minutos después un trallazo "desde su casa" de Antonio López, se iba a estrellar en el larguero verdiblanco.
Pero, cosas de la vida, mientras el Alba dominaba claramente el partido, otra acción aislada iba a acabar con la imbatibilidad del Albacete en el encuentro; un pase desde medio campo de un desaparecido Cañas lo iba a controlar a la perfección el ex del Alba, Rubén Castro, y este iba a batir de tiro cruzando a Keylor, después de golpear en el poste. Y con este injusto marcador se llegaba al descanso en el Carlos Belmonte.
En la segunda mitad, el Real Betis salió con otra cara bien distinta y por algunos minutos fue una sombra del equipo temido que se le suponía. Una jugada personal del "eterno canterano" bético, Israel - que había salido antes del descanso - puso el corazón en un puño a la parroquia albaceteña, pero falló lo fácil tirando demasiado elevado. De nuevo, poco después, el internacional camerunés Achille Emanà tuvo de nuevo el gol en sus botas pero se entretuvo demasiado y el esférico fue despejado por la zaga albacetista.
Después de estas acciones, poco a poco iba a llegar a su fin el dominio sevillano. Una contra apunto estuvo de significar el 2-1 cuando Alfredo Ortuño casi atina a culminarla, pero tras hacer una vaselina al portero bético, el balón se estrelló de nuevo en el larguero. El Alba se lo iba creyendo más y más, hasta que en una falta lateral, el recién entrado Nelson Cuevas, tras hacer una jugada personal emulando al mismo Messi, disparó al centro, pero esta vez la diosa fortuna iba a estar del lado del Alba, ya que el balón rebotó en un zaguero verdiblanco y acababa alojandose en el fondo de la red ajustada al palo derecho. Un gol que lógicamente llenó de euforia y júbilo las gradas del coliseo albacetense, que animaba sin cesar a su equipo (Imagen: Gente)
Y a punto estuvo de ir más en aumento si cabe si Alfredo no llega a fallar una clarísima ocasión a puerta vacía tras un pase del Pipino Cuevas, pero el canterano la mandó arriba cuando ya se cantaba el tercer gol. A partir de esta ocasión, el partido entró en una fase aburrida, ya que el conjunto de Antonio Calderón se dedicó a dormirlo y el Betis fue un quiero y no puedo. Finalizó el partido con la sorprendente, pero no menos merecida, victoria albaceteña; y con una merecida ovación a los "gladiadores" albacetistas. (Imagen: Gente)
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En pocas palabras
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El del pito y sus amigos: Piñeiro Crespo. A mi juicio, aun estando bastante mal, fue incluso más abucheado de lo que realmente "mereció" no obstante le doy un 2, "y va que chuta".