Análisis de actualidad


Respecto a José



A estas alturas de la temporada, ya se van creando algunos pequeños debates, opiniones y conclusiones del equipo, lo que promete y todo lo que le rodea.
Respecto a los jugadores, está claro que se están dejando el alma en cada partido, que hay una defensa sólida (si juegan los 4 que sabemos de memoria) y que hay potencial en el resto.
Pero, como diría Umbral, yo he venido a hablar de José González, el mister.

Partamos de la premisa siguiente: se le fichó tras la espantada del ín*****o Ferrando (si, el que no ha tenido tantos problemas ahora para renovar ni ha montado númeritos afectivos) porque era un entrenador joven, con las ideas claras y, fundamentalmente, y con esto me quedo, "que juega un fútbol alegre, con desparpajo y sale a por los partidos".
Bien, tras la colleja anual ya habitual de los 4 primeros partidos palmando, este señor se ha acojonado y ha transformado toda su idiosincrasia futbolística en un futbol más conservador.
Estaremos de acuerdo en que, es cierto, el Alba necesitaba, como en otros años, estar fuerte detrás para potenciar luego delante.

Pero, y ya he llegado al centro de mi análisis, este señor, aparte de entrenar, debe de alinear y seguir los partidos, saber leerlos y evolucionar el equipo según el partido.
Esto, algo innecesario en equipos como el Madrid o el Barça, donde el pato Donald podría sentarse en el banquillo durante todo el partido como entrenador y no desentonaría, es vital en el Alba.
Ya me quedé con ganas de decirlo el día del Betis, pero no he podido ya con lo del Valencia.

Tenemos mala suerte (cierto), nos llegan de rebote y marcan (cierto),...pero hay algo más: el señor González, de nombre José, no se atreve a ir a por los partidos. En términos futbolísticos: es un amarrategui o bien un acojonao. Hace siempre el cambio de delantero por delantero (incluso cuando el partido está en fase de correcalles como el día del Betis, cuando no es Mikel el ideal) y ya está.
El otro día, Álvaro estuvo muy mal, y no sacó a David Sánchez. No había apenas creación. En cambio, Ranieri metió a Baraja: refuerzo donde ganan ellos. Delante, Rubén no estaba bien, cierto, pero tampoco Redondo. Si vas a por el partido, quita a Redondo y a Rubén y mete a dos delanteros. Que hizo Ranieri: quitó a los dos delanteros, que estaban de paseo, por otros dos de refresco: Xisco marcó, con ayuda, pero marcó. Vuelven a ganar ellos.
No estoy de acuerdo con lo de dejar algo si funciona: si funcionase irían 3-0, no 0-0.
Lo dicho, aparte de beber agua, poco más hace José durante el partido. Y se nos van los partidos en casa por su falta de estrategia y reacción a lo que ocurre en cada momento.
O al menos, eso creo yo.